- La pasión txuri-urdin no entiende de distancias. Se vive igual en Gipuzkoa que en el extranjero. Es el caso de Jon Ruiz del Portal, donostiarra de 36 años, y Alex Del Olmo, beasaindarra de 31, que están ahora residiendo en Melbourne y Londres, que siguen muy de cerca a su equipo -pese a la distancia- y que están muy pendientes del gran partido, de la final de la Copa del Rey, en el aire y aún sin fecha después de su aplazamiento. Ambos habían cogido vuelos y alojamiento para el 18 de abril y piensan volver a hacerlo en cuanto se conozca qué día se disputa la final de Copa pese al desembolso económico extra que eso les supondrá. Ambos cuentan a NOTICIAS DE GIPUZKOA su pasión por la Real y sus ganas de vivir una jornada histórica en La Cartuja.

Jon Ruiz del Portal lleva ya varios años fuera de Donostia: "Mi mujer es irlandesa y tengo tres niñas que han nacido en Francia, en Londres y la tercera en Australia. Somos una familia bastante internacional. Pero todas tienen pasaporte irlandés y en el futuro les haremos pasaporte español. Mi mujer y yo nos conocimos en el bar Sariketa de Donostia hace doce años y luego me fui a vivir a Londres. Estuvimos allí ocho o nueve años y uno de esos años, que trabajaba para Decathlon, me fui a Francia, a Lille. Luego volvimos a Londres y hace dos años y medio que apareció una empresa alemana hermana de Lidl y vinimos a Australia y desde entonces estamos viviendo en Melbourne. Estamos muy contentos. Tiene una calidad de vida muy buena, con muy buen tiempo, como Donostia con unos cinco grados más en invierno. Y para vivir en familia está muy bien, tienes muchos parques, playas... tenemos a dos minutos andando la playa".

Jon no se pierde un partido de la Real: "Siempre le sigo. Son diez horas de diferencia (ocho en verano), así que veo los partidos que puedo en directo o, si no, los grabo y los veo al día siguiente mientras desayuno. Tenemos el canal ESPN Sports, que echa todas las ligas menos la Premier y después de los partidos te echan los resúmenes con algunos míticos como Carlos Cuéllar -ex de Osasuna y de varias clubes británicos-, que hablan inglés y están ahí en el plató y comentan los partidos. Dicen que la Real juega muy bien y la verdad es que estamos en un momento de forma excelente".

La Copa también la ha seguido: "No la televisan aquí, pero tengo en el Ipad una aplicación que puedes cambiar el IP del ordenador, lo cambio a España y puedo ver la tele en directo, que es como seguí el partido del Mirandés a las siete de la mañana, antes de irme a currar mientras desayunaba. Me monté el calendario de trabajo sin ninguna reunión ni nada porque dije que tenía que ver a la Real".

Su familia aún no vive los partidos con su misma pasión, pero tiene pinta de que será cuestión de tiempo: "Mis hijas son pequeñas. Tiene cinco años, tres años y siete meses, mi mujer piensa que estoy un poco tarado. Ella ve también que en mi cuadrilla somos así, entre ellos está Xabi Prieto. Yo estoy aquí, hay otro en Colombia y alguno otro más que está fuera. Somos una cuadrilla bastante grande, desde los tres años he estudiado en el Santo Tomás Lizeoa, hemos hecho deporte desde pequeños, a mis aitas también les encanta el deporte. Cuando vivíamos en Londres he ido alguna vez a Anoeta, ahora es más difícil porque solemos ir en verano y no hay fútbol".

Jon fue de los que reservó pronto el billete a Sevilla: "Después del partido en el Bernabéu dije: Me cojo un apartamento y el viaje. Tenía vuelo a Madrid y luego AVE. Mi hermano iba a ir desde Donostia. Nos íbamos a juntar allí con otro de la cuadrilla que vive también en Donostia. Por ahora no he cambiado ni billetes ni Airbnb ni nada pero en cuanto se sepa algo más habrá que cambiar. Algo de dinero perderé, pero si no se cancela la final podría cambiar de fechas. Espero que no sea demasiado dinero. Lo que tengo claro es que en cuanto se hable de nuevas fechas moveré los vuelos para ir".

Es una oportunidad histórica, tal y como explica el propio Jon: "Soy socio desde hace 24 años, así que espero de una forma u otra conseguir entrada. Sigo siendo abonado, eso no se pierde, nunca he dejado de serlo ni creo que dejaré. No sabemos qué pasará... yo creo que la final se tiene que jugar y creo además que los clubes no dejarán que no se juegue, aunque sea a puerta cerrada, pero ya veremos. Si pierdes te duele el doble, pero si ganas disfrutas el doble. Yo soy del 83, era muy pequeño cuando la Real fue campeona de Copa y no me acuerdo de nada, así que para nosotros sería como la primera vez que ganamos algo".

Una de las peñas más conocidas de la Real en el extranjero es la denominada London Calling, a la que pertenece desde hace unos años el beasaindarra Alex Del Olmo. Vive desde el verano de 2017 en Londres -donde trabaja en un fondo de inversión- y hasta allí ha trasladado su entusiasmo por la Real. "Soy de la Real de siempre", comenta. Le hablaron de la citada peña y, por medio de una amiga común de una socia, se metió allí. "Nos juntamos en el pub The Sheephaven, cerca de Camden Town, para ver los partidos de la Real. El dueño del pub nos conoce y nos pone los partidos", cuenta.

Alex y su novia, que es seguidora de Osasuna, habían cogido el vuelo y el alojamiento para ir del 17 al 19 de abril a Sevilla. El aplazamiento de la final le ha supuesto perder la mitad del dinero que le costó el alojamiento y cambiar los billetes de avión para otra fecha también le supondrá un desembolso económico que está dispuesto a hacer para vivir una jornada histórica: "Hemos estado mirando y para finales de mayo, que es cuando se comenta que puede ser la final, cambiar el billete nos supondría otras 300 libras, pero el plan sigue adelante. Es que igual es algo que vivimos una vez en la vida y vamos a ir". De hecho, en el último título copero de la Real, en 1987, Alex ni había nacido.

La peña London Calling la forman alrededor de 40 personas y eran varios los que tenían intención de ir a Sevilla el 18 de abril. Alguno incluso fue a Anduva a disfrutar de la semifinal que acabó con victoria realista. "Parece que unos cuantos no van a poder ir a Sevilla en otra fecha", lamenta Alex, que espera que la final acabe jugándose: "Mi mayor temor es que no se juegue, sería una pena. Parece que ninguno de los dos clubes quiere que sea a puerta cerrada, pero si no hay otra opción es mejor eso que dejarla desierta. Aunque perdería gracia y sería una final descafeinada, porque puede ser un día grande por las aficiones".

"Cogí el vuelo después del partido del Bernabéu; en cuanto haya fecha, volveré a coger"

Aficionado de la Real en Melbourne

"Cambiar el billete supone bastante dinero, pero vamos a ir; puede ser algo único en la vida"

Aficionado de la Real en Londres