anduva

césped correcto pero irregular

El terreno de juego. Anduva no es ningún patatal. El campo del Mirandés cuenta con un césped más que aceptable que cumple con los requisitos de la Liga de Fútbol Profesional. Desde hace varias temporadas, el organismo vela por el buen estado de los terrenos de juego, contemplando incluso avisos y multas a los clubes que no reúnen unos mínimos. Con el feudo rojillo no ha habido problemas de este tipo y la Real pisará mañana un césped muy correcto, aunque algo irregular para practicar según qué tipo de fútbol. El domingo, en el partido contra el Girona, el verde ya provocó alguna que otra mala pasada a los protagonistas del encuentro, ya que el balón no rueda de forma regular y lo hace dando pequeños botes que dificultan toques y controles. Deberán estudiarlo los txuri-urdin para adaptarse si fuera necesario.

donostia - Menos de 24 horas después de empatar en Anduva contra el Girona (1-1), la plantilla del Mirandés se ejercitó durante la mañana de ayer en uno de los campos anexos de entrenamiento. Fue una sesión que dividió a la escuadra rojilla en distintos grupos, formados en función de la carga de minutos de los futbolistas. Algunos titulares de la víspera como Jon Guridi completaron trabajo de recuperación en el interior de las instalaciones. Otros como Modibo Sagnan, sustituido lesionado el domingo, sí hicieron acto de presencia sobre el césped, en lo que, en el caso del francés, supuso una buena noticia.

El zaguero cedido por la Real sufrió una fuerte contusión en la rodilla durante el partido. La duda residía en conocer si todo había quedado en un golpe o si, por el contrario, la acción también le había provocado una torsión en la articulación. Las imágenes televisivas mostraron cómo esta llegaba a doblarse levemente, de forma lateral, lo que, unido al hecho de que Sagnan no pudiera continuar jugando pese a intentarlo durante varios minutos, alimentó la preocupación. El concurso del galo en el suave entrenamiento de ayer, sin embargo, le otorga opciones de ser de la partida frente a la Real.

Si se confirmara su disponibilidad, Andoni Iraola agradecería tal circunstancia, puesto que no anda sobrado de centrales. Odei es un fijo en el eje de la defensa. Y su habitual compañero, el madrileño Sergio González (titular en la ida en Anoeta), no juega desde hace dos semanas, cuando participó en Anduva en el partido contra el Real Zaragoza (1-1). Se encuentra tocado y ha cedido su plaza a Sagnan en los dos últimos encuentros, ante Extremadura (derrota 3-2) y Girona, ofreciendo el francés buenas sensaciones en líneas generales. Si este jugara ante la Real, encararía así una buena oportunidad para ganar crédito de cara a una posible permanencia en la plantilla txuri-urdin este próximo verano.

merquelanz, con el grupo Quien sí apunta a participar con casi total seguridad ante sus ex es Martín Merquelanz, quien parece haber superado sus problemas en el hombro. Se lo dañó solo tres días después del partido de Donostia, jugando contra el Albacete, y desde entonces ha permanecido entre algodones mirando a la histórica cita de mañana. Se ha perdido tres encuentros de Liga, incluido el de este pasado domingo, pero ayer trabajó a pleno rendimiento. En lo que respecta al irundarra, parece que Andoni Iraola se ha quitado ya un quebradero de cabeza.

En lo que concierne al resto de la plantilla, mientras, el técnico usurbildarra maneja varias dudas. El calendario ha resultado exigente desde que arrancara el 2020, y el equipo burgalés lo ha acusado en forma de numerosos problemas físicos. A día de hoy, el único futbolista con un parte médico referente a una lesión es el extremo Joaquín Muñoz, quien llegó al club en enero cedido por el Huesca. Sufrió una rotura fibrilar hace nueve días en el campo del Extremadura, por lo que se antoja casi imposible que pueda jugar mañana.

A partir de ahí, las incógnitas son varias. Comenzando por las de los citados Sagnan y Sergio González, ambos centrales, que han vivido contratiempos últimamente. Y continuando por la del lateral derecho Alexander González, quien, como Joaquín Muñoz, se lesionó en Almendralejo, en su caso sin dolencia objetiva comunicada. Para ocupar su demarcación, el domingo contra el Girona reapareció en el flanco diestro de la zaga el dominicano Carlos Julio, tras un mes en el dique seco. Se acerca uno de los partidos del año y nadie se lo quiere perder en el Mirandés.