donostia - Rubén Pardo sigue en la rampa de salida. El riojano se ha cansado de estar sin jugar y ha decidido salir en este mercado de invierno, a pesar de que había más de un club que le estaba pidiendo que aguardara hasta junio para incorporarle libre y sin pagar ningún euro. Ayer L'Equipe informó de que el Girondins estaba muy cerca de firmar al realista para sustituir la marcha de Aurélien Tchouaméni, por el que ha ingresado una cantidad cercana a los 20 millones de euros por parte del Mónaco. Como recordarán y tal y como reconoció el propio Roberto Olabe al término del pasado verano, el club francés fue el único, junto al América de México, que presentó una oferta formal para hacerse con sus servicios, que no superaba los tres millones.

Pardo aún confiaba en darle la vuelta a la tortilla y lograr tener minutos, pero finalmente ha estado apartado durante la gran parte de lo que llevamos de la temporada. Hasta la fecha solo ha disputado los 90 minutos de Palencia ante el Becerril, en el que marcó un gol. El centrocampista no ha cambiado mucho sus planes y prefiere mucho más quedarse en la Liga. Como tiene una ficha alta y cada vez queda menos tiempo de mercado, si finalmente no se consuma alguna opción que tiene, esta vez sí que parece decidido a dar el paso y firmar por los girondinos.

El problema para el jugador, y lo que confirma lo mal que lo está pasando en este curso, es que se encuentra tan decepcionado que ya solo piensa en marcharse al ser consciente de que aquí no ya no tiene demasiado que hacer porque no va a jugar, aunque se lo merezca en Zubieta.

Son ya más de cinco los equipos de la Liga que le han presentado interesantes propuestas para que recale en sus filas a partir del 30 de junio, dos de ellos firmes candidatos a entrar en Europa esta campaña. Pero Pardo, que a diferencia de otros ha tenido un comportamiento ejemplar pese a su situación, ya no aguanta más aquí.