donostia - "Le están tratando como si fuera un jugador que lleva un año en el club. Como si fuese un futbolista cualquiera. Y lleva catorce temporadas en el club". Son las palabras de un técnico de Zubieta que no puede entender la forma en la que están tratando a Rubén Pardo en su último año de contrato. El riojano entró ayer en los últimos seis meses de vinculación con la Real, por lo que ya es libre para escuchar ofertas de otros equipos. En realidad no es más que un formalismo, ya que nadie lo suele cumplir tal y como está estipulado el mundo del fútbol actualmente, pero lo cierto es que ya tiene la libertad de escuchar ofertas y negociar con el que quiera.

Su situación no es fácil y no lo está pasando nada bien. En una entrevista concedida a El Diario Vasco, Jokin Aperribay, que hasta este curso siempre le ha tenido como uno de sus ojitos derechos en la plantilla, descartó que fuese un error de cálculo que se encontrara consumiendo su último curso sin haber prorrogado su contrato: "No, ni mucho menos. Con Rubén la conversación fue muy clara, como dijo Imanol. Él quiere jugar en la Real y mantiene esa ilusión todavía, pero en la plantilla hay 24 jugadores y solamente pueden jugar 11". Sobre si piensan ofrecerle una propuesta de renovación, se mostró ambiguo: "Lo veremos en su momento. Hay varios jugadores cedidos en su posición y también otros en el segundo equipo". Y ante la posibilidad de poder marcharse en este mercado de invierno, tajante: "Lo que me extraña es que no nos lo ha pedido ya. Podría ser porque enero es muy largo. De momento su representante no nos ha dicho nada al respecto".

Y, por último, preguntado por la posibilidad de que acabara en Bilbao, se limitó a señalar que "no lo sé. Rubén es libre a partir del 1 de enero. No tengo constancia. Nadie me ha transmitido nada en esa línea. La Real no va a actuar en función de adónde pueda ir el jugador sino por los intereses del club".

Pardo no puede más. Se ha pasado 17 encuentros de Liga sin entrar en una convocatoria cuando el entrenador, Imanol, siempre le ha manifestado una confianza que ha acreditado con sus decisiones. No hay que olvidar que en su primer partido de su segunda etapa, en el Bernabéu, prefirió sacarle antes incluso que a Igor Zubeldia. Nunca ha generado ningún problema y ha sido, en boca de los técnicos y directivos, un canterano ejemplar. Aunque sorprendió a todos, incluso a él mismo, que en Palencia fuese titular en el partido de Copa ante el Becerril, lo cierto es que, aunque nadie piense reconocerlo, no cuenta y no participa porque se trata de una decisión de club. Pese a que en la Balastera jugó muy bien, volvió a entrar en la lista ante Osasuna y casi entra en el campo para disfrutar de sus primeros minutos de Liga cuando Imanol se encontraba en plena reestructuración del equipo en vista de la reacción del cuadro navarro, su estado no ha cambiado.

El medio parece tenerlo claro. Su intención era abandonar el club de toda su vida en este mercado de invierno porque ya no aguanta más por una situación que sorprende incluso hasta a sus propios compañeros. No es extraño verle entrenar de lateral derecho o de extremo izquierdo si faltan esas piezas, lo cual no parece lo más respetable para un futbolista de su trayectoria con la txuri-urdin.

Desde el club no le han hecho ninguna oferta de renovación ni se la van a hacer, porque consideran que su etapa en Zubieta está acabada. Eso sí, aunque Aperribay diga que no le importa su nuevo destino, están muy pendientes y además saben de sobra que al jugador le gustaría salir porque no aguanta. No son pocos los clubes que han tocado a la puerta para intentar hacerse con sus servicios, pero Pardo no está dispuesto a hipotecar su futuro aceptando lo que le interesa en Anoeta. Y aunque es cierto que el Athletic siempre ha estado ahí, si llega una oferta interesante ahora, firme y con proyección, no se puede descartar que la acepte y, si el club cumple con lo prometido, se marche en las próximas fechas.