La última extravagancia humana consiste en el nacimiento de una cuando menos curiosa moda que hace furor en el Reino Unido; adoptar minicerdos como mascota en vez de los tradicionales caniches. Estos animalitos no abultan más que, valga el símil en las islas, la popular pinta de cerveza y en ningún caso llegan a superar los 30 centímetros. Jane Croft es la única criadora de esta especie en el Reino Unido. Según explicó, la moda "es una locura", hasta el punto de que en los últimos los pedidos "se ha triplicado".