De esta manera, Gonzalo Boye, abogado del periodista, compareció ante la Cámara por videoconferencia y constató la “falta de interés, de preocupación y falta de actividad por parte del Gobierno español de cara a garantizar los derechos” del periodista y que tenga “un juicio justo”, tras haber sufrido un atropello jurídico en un Estado que es miembro de la Unión Europea.

Por su parte, la pareja de Pablo González, Oihana Goiriena, demandó al Ejecutivo de Pedro Sánchez que establezca un canal de “comunicación directa” con la defensa para saber “qué están haciendo, qué se puede esperar” y qué respuestas está ofreciendo el Gobierno polaco a la diplomacia española.

Las comparecencias de ambos tuvieron lugar en la Comisión de Asuntos Europeos y Acción Exterior de la Cámara de Gasteiz, a petición de Elkarrekin Podemos-IU, y Boye hizo hincapié en que la situación de Pablo González carece de todo tipo de garantías judiciales: “No cumple con ninguno de los requisitos establecidos por la Unión Europea para considerarse un proceso, con las debidas garantías”.

Y es que la defensa del periodista apenas tiene acceso a datos sobre el proceso judicial y los movimientos en el caso llegan con cuenta gotas. “Lo único que hemos sabido es lo que han filtrado los servicios secretos polacos y también la Fiscalía polaca; no sabemos qué credibilidad darle”, expresó el letrado.

En opinión de Boye, la situación en su conjunto es “tremendamente anómala” y le sorprende la inacción del Estado español: “Las autoridades políticas deberían jugar un papel más relevante a la hora de exigir el respeto del derecho a un juicio justo”. Recordó asimismo la odisea del periodista para encontrar un abogado en Polonia. “El primer mes ni siquiera tuvo un abogado de oficio que lo representase; después, la abogada designada renunció sin haberlo visitado. El siguiente abogado de oficio, lo mismo. Nosotros en ningún momento le hemos podido visitar; no hemos podido hablar con él; no hemos podido ni tener una carta en la que nos explique algo”, detalló.

Por su parte, la pareja del periodista, Oihana Goiriena, explicó en su comparecencia en la comisión que la información que le traslada el abogado polaco que tiene ahora Pablo González es “bastante escasa”, por lo que el “recurso directo y más fiable” para conocer las novedades del caso es el cónsul español, que ha visitado a González hasta en tres ocasiones. “Lo único que sabemos es que está bien de salud, está optimista, consciente de que puede estar dos años en situación de prisión provisional y que lo afronta con energía”, dijo.

Goiriena dejó claro a continuación que por parte del Gobierno de Pedro Sánchez no han recibido “el mismo trato” que el facilitado por el cónsul. “Dicen que están haciendo labor diplomática y que tiene que ser discreta. Eso lo entiendo y creo que algo están haciendo pero lo único que han dicho, a través de los medios de comunicación, es que apoyan la actuación de Polonia. No sé cómo pueden apoyar que ni sus hijos ni yo podamos hablar con él. ¿Cómo pueden justificar eso?”, se preguntó. l