oco se está hablando en nuestro alrededor de Fiverr. ¿Habíais oído hablar de esta plataforma? Muy probablemente no. Simplificándolo mucho, junto a su principal competidora llamada Upwork, ofrecen la posibilidad a cualquier persona de empezar a prestar sus servicios profesionales a cualquier parte del mundo. Nuevamente, simplificando lo simplificable, podríamos llamar a estos servicios el "Amazon del trabajo". Cualquiera puede empezar a vender lo que sabe hacer, y cualquiera puede comprar lo que otros saben hacer.

Estos trabajos podríamos asimilarlos a lo que en España popularmente llamamos "trabajo de autónomos". Lo que ocurre es que creo que es mucho más que eso. Especialmente ante la nueva economía que el mundo poscovid 19 parece nos va a dejar. La naturalización del trabajo remoto que hemos tenido que hacer a marchas forzadas se quedará en parte. Y esa gente que de la noche a la mañana vio cómo podía trabajar para una empresa en otro continente en pijama desde su casa de la montaña (contamos con una red de fibra óptica privilegiada para que esto sea así), ahora ve cómo se le abren nuevos mercados. Uno se puede formar en una universidad en Australia y trabajar para una empresa en Colombia, desde su baserri.

Antes de la pandemia, esta modalidad de trabajo (un autónomo/a que trabaja para varias empresas ofreciendo sus servicios en estas plataformas), crecía al triple de velocidad que el modelo de trabajo ordinario por cuenta ajena. Con la pandemia, aún sin datos disponibles, es lógico pensar que esto no habrá hecho más que crecer a un ritmo mayor.

Si estás viendo esto como una oportunidad laboral, veamos un poco los datos. El 40% de los participantes en este nuevo modelo de relación laboral, hasta la fecha, tenían relación con empresas de transporte rápido (Uber, Lyft, DoorDash, Instacart, etc.). La plataforma Fiverr que citábamos va más allá: incluye trabajos desde la programación, la elaboración de productos o servicios profesionales como legales o financieros. Según datos de EEUU, el 80% de las empresas ya valoran como una seria alternativa la externalización de servicios hacia este tipo de plataformas. Empiezan a aparecer personas que se especializan en detectar talento dentro de este tipo de plataformas. Al fin y a la postre, ante el menor coste que les supone, la agilidad que ganan, y el grado de especialización que se consigue, les compensa. En el buscador de Fiverr, si se entra, se podrá ver cómo se puede encontrar cualquier tipo de habilidad en tiempo real a un coste realmente bajo. Otro beneficio que dejan estos modelos de trabajo es la conciliación. Lógicamente, con las ventajas y desventajas que los modelos más flexibles tienen: se puede trabajar en cualquier momento del día para cualquier personas. Es cuestión de gestión del tiempo y de planificación.

Pero, evidentemente, el modelo también tiene sus riesgos. Como complemento a un trabajo estable, estas alternativas son muy interesantes. Como sustitutivo de un trabajo estable, quizás sea demasiado pronto. Este modelo se ha beneficiado de un alto desempleo y un bajo número de contrataciones en un momento en el que las empresas están buscando formas de ahorrar dinero. Si las empresas necesitan talento con un presupuesto limitado, el trabajo autónomo se convierte en la opción más atractiva. Del mismo modo, con tantas personas desempleadas que buscan trabajo a tiempo completo, muchas han recurrido al trabajo independiente para obtener ingresos temporales. Retener a muchos de los compradores y vendedores que agregó Fiverr durante la pandemia podría resultar difícil en un mercado laboral más estable.

Bill Gates predijo recientemente que el 50% de los viajes de negocios y más del 30% de los días en la oficina desaparecerán incluso después de que termine la pandemia. Es verdad que el bueno de Bill suele acertar bastante en sus estimaciones. Por lo que pensemos un poco en todas estas tendencias y preguntémonos si podemos ir adelantando un futuro laboral cada vez más cercano.