ue el nivel de algunos políticos deja mucho que desear ya lo sabíamos desde hace tiempo, pero, como decía aquel, me sorprende aún que haya gente a la que le sorprendan los espectáculos que protagonizan ciertos personajes que se dedican a ello. Y en cierto partido esto se repite una y otra vez. Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio, tanto monta, monta tanto, volvieron a evidenciar, por enésima ocasión, a qué se dedican los representantes de Vox... y se mostraron en contra (¡Quién iba a pensar lo contrario!) de subir el salario mínimo interprofesional (SMI) a 1.000 euros. Claro, ganando ellos 200.000 euros anuales para qué van a llegar otros a los 1.000 mensuales. Además, esta pareja, que vive en una mansión de tres millones de euros que se construyó sin licencia de ocupación del Ayuntamiento de Madrid (ella ejerció de arquitecta sin tener título), no remuneraba a los obreros, y el propio Tribunal Supremo condenó a Espinosa de los Monteros por no pagar las obras de su chalé. Y no solo esto. Ambos estuvieron también implicados en un escándalo inmobiliario al edificar y vender tres lofts en suelo industrial. Pues sí, mientras tanto estos dos personajes tienen la caradura de mostrarse contrarios a las subidas del SMI y de las pensiones, de la prórroga de los ERTE... Está todo dicho.