ay gente que todavía tiene teléfono fijo de alquiler. El aparatito. Me contaron ayer de una persona que al ir a revisar la factura en busca de una mejor oferta le detectaron un pago mensual que escondía siete eurazos más IVA, casi 100 euros al año, por tener en casa el aparatito que le presta la compañía telefónica para que llame y reciba llamadas, asociado a alguna pequeña mejora en el servicio técnico. Algo así como: si a los demás les tardamos tres horas, a usted solo dos y tres cuartos, y se lo cambiamos "gratis" (ejem) si se rompe. Comerciante, cliente y acompañantes alucinaron con que alguien mantuviera en casa el teléfono de alquiler que las compañías te ponían cuando había dinosaurios en el jardín. Porque hubo un tiempo, es verdad, en el que era obligatorio, o casi, tenerlo así, y había varios aparatos en función del presupuesto. Los de ruleta y los llamados góndola eran los más baratos, y en una época tener un teléfono de botones a la vista era lo más y un signo de que entraba pasta en casa, porque también era el alquiler más caro. Luego llegó la competencia, los teléfonos inalámbricos (precursores del móvil) y las tarifas planas. Y así cayó en desuso lo de alquilar un teléfono, porque nos sentíamos ricos y poderosos al poder comprarnos uno, pero a cambio nos mudamos a un piso en alquiler.