l unionismo español se vuelve a inflamar como reacción a los planes de Sánchez para indultar a los presos políticos catalanes. El escándalo que no ocurrió cuando gobiernos del PP y del PSOE perdonaron al golpista Armada y a los terroristas de estado Barrionuevo y Vera se levanta ahora y en tamaño tsunami. La imagen de la revuelta tiene fecha y hora: el 13 de junio en la plaza de Colón. El lema vendría a ser perdón sin rendición es igual a traición. El presidente español ya tiene la sentencia escrita, solo falta dictarla tan pronto se le ocurra dar el paso. Que el indulto sea una facultad del gobierno o los motivos que puede exponer en favor de la medida son cuestiones irrelevantes ante la magnitud de una afrenta que se viste de estado de derecho pero que desprende el aroma del “¡A por ellos!” que acompañó a las fuerzas policiales cuando abandonaban los cuarteles para abortar el referéndum. Porque el unionismo se escandaliza con el hecho de que los presos del procès dicen que lo volverían a hacer, pero, ¿acaso hemos oído o leído entre la clase política española o en los medios de comunicación que avalaron el 155 algún tipo de crítica, reproche o propósito de enmienda por la indiscriminada y violenta respuesta policial a aquel ejercicio de desobediencia civil que supuso el 1-O? ¿Lo volverían a hacer? Creo que la respuesta la conocemos todos.