edro Miguel Etxenike suele contar una anécdota que le ocurrió hace ya unos años, cuando llevaba a una de sus dos hijas al autobús. "Esaiozu agur aitonari!!", le dijo una monitora a la cría. El científico y presidente del Donostia International Physics Center (DIPC) fue padre a una edad que entonces no era habitual, de ahí la frase de marras. Hoy es más frecuente ser padre a los 45 o 50, y las estadísticas confirman que la edad a la que padres y madres tienen su primer hijo se retrasa cada vez más. Según los datos que ofreció el pasado lunes el Eustat, en Euskadi casi la mitad (49%) de los padres y madres tienen su primer hijo con más de 35 años. Y hay más madres mayores de 40 años que menores de 25. El índice de natalidad también está a la baja. En Euskadi se tienen 1,28 hijos de media y en la UE, 1,53, en ambos casos por debajo del índice de 2,1 que garantiza que se mantenga la población. Así que estamos ante un problema de calado, con mil aristas, que las sucesivas crisis económicas no han hecho sino amplificar. La falta de estabilidad laboral, las dificultades para acceder a una vivienda digna o las complicaciones para conciliar vida y trabajo son solo tres de las razones que explican un problema que no se resuelve solo con una llamada a la maternidad.