ay madrugadas en que Donostia tiene un aire a Madrid y mediodías en los que el País del Bidasoa también. Como los peces regresan a un río cuando la polución baja, el súbdito de Macron que busca fiesta al sur del Bidasoa ya está aquí. Vuelve a la vida tanto de día, como atestiguan las calles comerciales y las terrazas, como de noche, a la vista de lo que trascendió en una villa de Zorroaga: 17 identificados entre franceses y portugueses. Uno de ellos, detenido por una orden de un juzgado de Cartagena. Este tipo de realidades llamativas que son antagónicas a cruzar el mismo río pero hacia Navarra sin razón legalizada. Tras meses con esta normativa, a la sociedad -ojiplática y enfadada ante lo que empieza a ver, ya lo dice Arguiñano- y a sus gobernantes se les ven las costuras. Lean el Me rindo de Mikel MujikaMe rindo en este rincón el pasado jueves. Cuidado con las realidades que chirrían entre sí, como esos sectores que recuperan su actividad mientras otros siguen cerrados. La última son los escenarios deportivos como Artaleku cerrados desde octubre y que demostraron ser al menos tan seguros como los que ya han abierto. Esas brechas absurdas de ocio y movilidad provocan incomprensión y cabreo. Esta semana se prevé reunión del LABI. Una oportunidad para zurcir esas costuras.