ste invierno va a ser de esos de chupar frío. Es lo que toca. No nos apetece estar en el interior de los bares y si queremos mantener alguna de las amistades que hemos ido sosteniendo contra viento y marea a la largo de años y décadas, tendremos que encontrar lugares de reunión. No sé si serán las terrazas o recuperaremos el sano hábito del paseo. Sea cual sea la opción, pues eso, que toca abrigarse, porque el invierno es largo y fuera, siempre o casi siempre, hace frío. Al mal tiempo buena cara y frente al COVID, volver a lo de siempre, a estar un poco más en casa, con los nuestros, y pasear, con la bolsa de patatas o cacahuetes, con los que no son tan próximos. ¡Pues no he pasado yo horas sentada en un banco comiendo pipas! Mira tú por donde que tendré que verme en las mismas que hace 40 años. Una cura de juventud sin botox. Si las divas de la tele se inyectan, infiltran, estiran o aflojan, las demás nos buscamos la vida como podemos. Voy a empezar a proponer a las amigas recuperar las sesiones de "filminas". Yo todavía tengo guardados cuentos, los Tres Cerditos, la Gallina Marcelina y algunos más. Disco azul transparente con el relato sonoro y diapositivas sobre una sábana. Seguro que a muchos lectores les suena. No miren a otro lado que lo que importa es cumplir años.