os Rolling Stones se han puesto de morritos porque el cara cheeto de la Casa Blanca les chulea las canciones. En su último mitin, en el que ocho empleados de la campaña de Trump dieron positivo por hacer el canelo, sonaba la canción You can't always get what you want, y los satánicos vejestorios han dicho basta, que ni hablar del peluquín, cansados de que el presidente de Estados Unidos se haga simpas en sus campañas. Como este hombre se pasa todo por el forro, probablemente a estas horas Donald Trump haya dado orden de ilegalizar a los Rolling Stones, a la SGAE de Oklahoma y, si hace falta, el rock and roll. Lo bueno es que la elección del tema no podía ser más acertada, con un estribillo que le viene al pelo a nuestro ínclito magnate, y mangante, musical: You can't always get what you want. "No siempre puedes conseguir lo que quieres", y el primer paso para superar la frustración, que es una incómoda compañera de viaje, es la aceptación de lo que te está pasando. Son más de 127.000 fallecidos y dos millones y medio de casos de coronavirus confirmados en el país. Claro, que la culpa es de la OMS, de los chinos, y ya puestos -ahora que se nos va olvidando- de George Floyd por haber colocado su cuello bajo la rodilla del oficial Derek Chauvin durante 8 minutos y 46 segundos.