a plataforma HBO decidió quitar Lo que el viento se llevó por racista. Cómo se puede explicar a los niños de hoy lo que sucedió con la esclavitud, por ejemplo, si se esconden los relatos sobre ello. Incluso las historias edulcoradas sirven entender. Supongo que quieren contentar a personas enfadadas con razón con aquella realidad, aunque con ello no borran el pasado ni ayudan a entender y cambiar el presente. Si empezamos a retirar todos los testimonios de las injusticias nos quedamos sin pasado, porque está lleno de ellas. Pero quedan bien con los quejicas, que se han hecho fuertes en las redes sociales y cuentan más que los demás. También hay quejas hacia Facebook. Dicen que prohíbe mostrar los pechos femeninos y hasta ha habido recogida de firmas contra esa discriminación, ya que los masculinos sí los admite. Podemos vivir sin esa red y en cuestiones pectorales éramos así hace no tanto tiempo. Sorprende también que los trabajadores de una editorial sean capaces de vetar lo que se debe publicar, como ha sucedido con las memorias de Woody Allen. Alguna ha caído, aunque ya se está preparando para no hacerlo dos veces. Los negocios no suelen ser democráticos. Y si no nos gustan sus productos, podemos abandonar el barco. Sean HBO, Facebook o una marca de galletas.