l primer susto lo dio ayer Fernando Simón cuando dijo que la mitad de la clase había suspendido y se quedaba con el cero. La primera, la de Madrid que coló unos deberes cogidos de El rincón del vago porque en lugar de hincar codos se había ido de pizzería, que le gusta mucho la comida saludable. Qué pena que le haya cogido con los cines cerrados, porque hay un excelente menú a base de palomitas y bidón de coca-cola que es una delicia. "¿A qué niño no le gustan las palomitas?", diría ella. Pues démosles palomitas todos los días. Y que nadie critique que falta verdura en un menú a base de pizzas, hamburguesas, sandwich y patatas fritas de bolsa. ¿Qué son las patatas? Verdura. ¿La lechuga y la rodaja de tomate de la hamburguesa? Más verdura. ¿Las palomitas de maíz? Verdura, también. ¿Y la pizza con su rodaja de piña? ahí va incluida hasta la fruta. Normal que no cogieran los 36.000 plátanos semanales que les regalaban desde Canarias. Una pieza de fruta más y les sale un menú vegano. Y tampoco en eso, que los chavales están en edad de crecer y necesitan azúcar. Con lo bien que ha gestionado eso, que casi le dan el título oficial de Dietista y nutricionista y ahora van y le pencan en pandemias. ¿Cuánto tardará en decir eso de que el profe Simón, ese señor que come almendras, le tiene manía?