Incomprensiblemente todavía presidente de la Audiencia Nacional española: Olé sus pelotas. Hay que tenerlas blindadas para seguir en el puesto después de que se haya documentado que durante todo un año se intercambió guasaps con el presunto número 2 de la trama Kitchen cuando la investigación estaba en marcha y el individuo ya había sido señalado como uno de los principales artífices de la siniestra cloacada de fabricar pruebas falsas contra los enemigos políticos del Gobierno de Mariano Rajoy. No se sabe si sonroja o indigna más la lectura de sus consejos y mensajes de ánimo al enmarronado. Con un par, dice ahora que se limitó “a darle largas a una persona que me pareció desvalida”. Los desvalidos somos los ciudadanos. l