as vacunas, es decir, la administración de un preparado destinado a generar inmunidad contra una enfermedad estimulando la producción de anticuerpos, tal y como la define la Organización Mundial de la Salud (OMS) es, sin duda, el mejor sistema hallado por la ciencia para prevenir el contagio y transmisión de enfermedades infecciosas, de modo que su aplicación generalizada ha hecho posible la práctica erradicación de algunas afecciones muy peligrosas por su alto índice de mortalidad. La vacunación es, por tanto, un éxito científico y social de primer nivel que garantiza la seguridad y bienestar en nuestras sociedades. Y a ello apuesta la comunidad internacional desde hace meses como mejor respuesta y alternativa al coste en vidas humanas y a las consecuencias sociales, económicas y laborales del coronavirus. Los contagios declarados en todo el mundo superan los 58,7 millones y los fallecimientos rondan ya a los 1,4 millones. En este contexto de necesidad, en apenas unas semanas, hasta cinco vacunas diferentes han anunciado resultados esperanzadores sobre su viabilidad frente al