a total ausencia de concreción, siquiera de intención, por el Gobierno de Pedro Sánchez de la necesaria convocatoria de la Comisión Mixta del Concierto Económico para determinar los límites de deuda y déficit con que contarán la CAV y Navarra (tras haber sido excluidas de parte del fondo de 16.000 millones de compensación de los efectos de la pandemia) supone una ruptura unilateral de los compromisos adquiridos y una desconsideración de los preceptos legales que rigen la relación del Estado con los territorios forales. En el ámbito de los acuerdos partidarios, el desdén hacia esa convocatoria que mantiene el Gobierno PSOE-Podemos, desoye el pacto con el PNV que permitió el apoyo jeltzale a Pedro Sánchez y, por tanto, su investidura; más concretamente, sus puntos 9 y 10: "Acordar previamente con EAJ-PNV las medidas fiscales que el Gobierno quiera proponer a las Cortes, así como encauzar las discrepancias que puedan producirse en las relaciones en el ámbito fiscal o el financiero establecidas por el Concierto Económico" y "realizar el proceso de determinación de los objetivos de déficit correspondientes a la CAV y a la CFN, así como el de los criterios de reinversión del superávit de las entidades locales, diputaciones forales y gobiernos con la participación y en el marco de las Comisiones Mixtas de Concierto y Convenio". En el ámbito institucional, la dilación preconcebida de la convocatoria de la Comisión Mixta impide dos de las funciones que el art. 62 de la Ley 12/2002, de 23 de mayo -que actualizó la original Ley 12/1981, de 13 de mayo, del Concierto Económico- establece para dicha Comisión: "Acordar los compromisos de colaboración y coordinación en materia de estabilidad presupuestaria" y "establecer todos los acuerdos que en materia tributaria y financiera resulten necesarios en cada momento para la correcta aplicación y desarrollo de lo previsto en el Concierto Económico". Dichos incumplimientos son de suma gravedad, más aún si elementos esenciales del autogobierno y herramientas clave para el desarrollo socioeconómico de Euskadi, es decir, la cosas de comer, se hacen depender de las conveniencias políticas, sea en virtud de las necesidades económicas del gobierno del Estado y su dependencia de las decisiones de Bruselas o, peor aún, si se pretende utilizar como moneda de cambio de una negociación presupuestaria o como medida de presión en la formación de gobierno.