parece que cuando el año termina existe una especie de tradición en focalizar las preocupaciones de las empresas en uno de sus grandes problemas estructurales que tienen en este momento como es la falta de talento, sobre todo técnico y cualificado, para afrontar con éxito su andadura en un mercado muy competitivo y globalizado.

Ello no quiere decir que durante todo el año esta cuestión, que es una de las principales preocupaciones que reconocen nuestras empresas, esté aparcada en la agenda diaria de sus organizaciones. Bien al contrario, porque en este mes de diciembre se celebran la jornada GI Talent, organizada por NOTICIAS DE GIPUZKOA, con el patrocinio de la Diputación de Gipuzkoa y la colaboración de Adegi y la Cámara de Gipuzkoa, que en esta edición año se ha centrado en cómo las empresas deben hacerse atractivas para poder captar nuevo talento, y el Gipuzkoa Talent Forum, organizado por la institución foral y que el próximo día 23 tendrá lugar en el palco de Anoeta, con la participación de alrededor de 300 profesionales y un total de 40 empresas que buscan incorporar nuevos perfiles a sus plantillas.

La generación y captación de talento sigue siendo uno de los problemas más importantes que tienen nuestras empresas porque en este terreno y con el gran cambio tecnológico que se está produciendo hacia nuevos modelos de negocio que ofrecen soluciones y servicios globales se encuentran participando en una especie de guerra, fundamentalmente a nivel europeo, en la que parece que no acertamos a reaccionar frente a nuestros competidores, cuando precisamente somos unos grandes generadores de jóvenes bien formados y preparados profesionalmente.

Y esa gran contradicción parte de la evidencia de que Euskadi se sitúa como líder en el Estado en la generación de conocimiento y de vocaciones técnicas, pero sin embargo flaquea a la hora de la atracción y captación de talento, generando un bucle del que todavía no sabemos cómo salir.

Por eso es necesario una reacción conjunta en la que todos los agentes concernidos en este asunto desde las distintas administraciones públicas, las empresas y también los sindicatos, -por qué no-, alineen sus estrategias para situar a Euskadi en posiciones competitivas, no ya para afrontar el reto del día de hoy, sino el del futuro más próximo, teniendo en cuenta que la cada vez más baja tasa de natalidad que registra este país debe ser compensada con el talento propio que hoy está establecido en el extranjero y con foráneo.

Estamos ante un reto importante como país, donde nuestras empresas disponen de tecnología y conocimiento, tienen mercado, están bien posicionadas internacionalmente, cuentan con unas buenas infraestructuras, pero tienen dificultades para atraer y retener ese talento, sobre todo de carácter técnico, generado en nuestras universidades y escuelas superiores que, sin embargo, es aprovechado por otros países a coste cero, ya que disfrutan de una inversión en la formación de nuestros jóvenes que no han realizado.

Se calcula que alrededor de unos 8.000 profesionales cualificados guipuzcoanos trabajan en el extranjero, lo que significa que es necesario, a través de las redes sociales, tejer una estructura que de manera continua esté ofreciendo oportunidades de trabajo que existen en el territorio y de la misma forma sirva de plataforma para la captación de profesionales foráneos para su incorporación a nuestras empresas. Sería un poco como poner en marcha una especie de Lanbide internacional donde de manera permanente se ofrezcan los puestos de trabajo que demandan nuestras empresas.

La oferta salarial está comenzando a dejar de ser el principal valor a la hora de aceptar un empleo por parte de nuestros jóvenes, que se decantan por otras cuestiones como la identificación con el proyecto empresarial para el desarrollo de nuevos retos profesionales, compromiso y confianza dentro de la estructura de la compañía, conciliación familiar, calidad de vida, etc. Es decir, conceptos que empiezan a adquirir una gran importancia con lo que, teniendo en cuenta que nuestro tejido empresarial está formado por pymes, pueden ser elementos competitivos de gran peso a la hora de que nuestras empresas puedan captar talento. El paradigma ha cambiado radicalmente porque ya no son las empresas las que seleccionan a los candidatos a un puesto de trabajo, sino al revés.

Otro dato importante es que el 10% de la población vasca es de origen extranjero y que el número de afiliados extranjeros a la Seguridad Social en Euskadi alcanzó en el pasado mes de octubre los 70.438 con un crecimiento interanual del 8,95%, lo que supone todo un reto de oportunidad a la hora de establecer niveles de formación técnica y cualificada para poder incorporar a esos trabajadores inmigrantes en nuestras empresas, teniendo en cuenta que poseen perfiles poco cualificados. A pesar de ello, Euskadi presenta unos bajos niveles de inmigración frente a Alemania que tiene un 42% o Silicon Valley que presenta el 37% y un país tan paradójicamente hermético como puede ser Suiza cuenta con un 25%.

Tampoco estaría mal que en nuestros centros universitarios y escuelas universitarias en vez de poner a las grandes multinacionales tecnológicas extranjeras como horizonte y referencia a la hora de poder trabajar cuando se sale de egresado, se pusiera también el foco en las pequeñas empresas del país en las que se basa nuestro tejido productivo y que tienen dificultades para cubrir sus puestos de trabajo. La captación y atracción de talento para nuestras empresas debe configurarse cuanto antes como un reto estratégico de futuro. Siempre será tarde.