Política e influencer

eldiario.es

En política ya me sorprenden pocas cosas, pero tengo que confesar que esto no me lo esperaba: Andrea Levy promociona en sus redes sociales a las marcas que le prestan la ropa. Como lo leen: empresas como Zara o Agatha Ruiz de la Prada le envían prendas que la concejala del PP en el Ayuntamiento de Madrid luce, sube las fotos a su Instagram y, según su departamento de prensa, devuelve. El entorno de Levy no ve nada malo en ello porque no hay obligaciones contractuales y las empresas son españolas. No dicen nada del circo en el que están convirtiendo la política entre todos.

El futuro es el pasado

twitter.com/jorgedioni

Creo que Jorge Dioni López clava su tuit: "La revolución tecnológica sigue conduciéndonos al siglo XIX, concretamente a arriba y abajo: criada, chófer, niñera, cocinero", y comparte la noticia en Cinco Días sobre Nannyfy, la empresa que, vía App, ofrece el servicio de nanny a domicilio y, ahora también, a hoteles, pero también a Airbnb y McDonald s. No nos lo esperábamos, pero el presente consiste en volver al pasado: esclavos que te tran la comida, conductores que ponen su coche y te tratan como un chófer, gente que alquila habitaciones o te cuida a los niños. Pero lo pedimos por el móvil.

Otro paso atrás para las bitcoin

xataka.com

Hace solo unos días, antes de conocer esta noticia, leí en un importante digital otra buena noticia sobre Bitcoin: no debíamos dar por muerta a esta moneda virtual porque sigue cotizando razonablemente, mantiene su fiabilidad y otras chorradas triunfalistas. La realidad es que su modelo de inversión sigue pareciendo una estafa piramidal, su valor ha caído, nadie sabe cómo lo genera y, lo que es peor para quien las posee, ahora tendrán que pagar impuestos. Porque eso también es (o era) propio de Bitcoin: es una moneda opaca que sirve para guardar dinero obtenido de cualquier forma.