en los últimos tiempos no se ha conocido manipulación mayor que la orquestada en torno al grito de guerra: “España se rompe”, que las fuerzas de la caverna derechona han manejado con habilidad suma copando medios, discursos y relatos varios; la llegada al poder de la izquierda los ha desalojado de las poltronas perdidas en pura pelea democrática, y les impide digerir derrota electoral y cambio del signo político en el palacio de La Moncloa, sede del poder ejecutivo.

En este oscurecimiento de la realidad política, en este ejercicio de manipulación e intoxicación en los medios, tienen papel destacado tres personajes inefables y dignos de estudio psicológico por sus maneras de plantear las cuestiones de actualidad y capaces de argumentar en el norte de los intereses de la derecha.

Tres fenómenos de la crítica, tres especímenes de las tertulias, tres personajes bien pagaos que se pasean con soltura egregia por los platós de las teles del presente patio mediático. Paco Marhuenda, Eduardo Inda y María Claver son sota, caballo y rey de la agitación mediática que cada día desborda la capacidad de asimilación del personal, que aguanta a duras penas, los torcidos análisis, los ejercicios propagandísticos y las comedietas de este trío de iluminados capaces de manejarse con soltura ante las cámaras.

Tres muñecos que saltan a la pista mediática y que con endiablada soltura interpretan su papel de salvadores de la unidad de la patria enfrentándose a la hidra independentista perniciosa a la que quieren cortar las venenosas cabezas una y otra vez.

Tres supuestos periodistas en el ejercicio de salvar la patria en un acoso mediático que termina por aburrir. Opinantes de pacotilla, gritones de pelea de barrio, especuladores de la mentira. Tres cruzados para salvar España.