Se quejaba un periodista deportivo en TVE de que las semis de Copa del Rey serán un fiasco y casi una vergüenza, bajo el faltón argumento de que ni Athletic, ni Real, ni Granada ni por supuesto Mirandés en 2ª tenían el pedigrí de los grandes, obviando, yo que sé, las 25 Copas y diez Ligas ganadas entre Athletic y Real. Nada importante, en todo caso, puesto que es el clásico periodista deportivo de Madrid y madridista, un especimen típico de la meseta. La lástima es que a esta gente se le abone dinero público, pero así va la cosa, como los estudios centrales están allá lo típico es tener a bodoques de ese calibre en abundancia. En los últimos quince años de Liga española, solo cuatro equipos han terminado entre los dos primeros y solo tres han ganado la Liga. En el mismo período, en por ejemplo la NBA, once equipos distintos han quedado o primeros o segundos y hay siete campeones distintos. En estos quince años desde 2005, hay once equipos diferentes en la Liga Española que hayan finalizado entre los cuatro primeros, mientras que en la NBA son nada menos que 21. En la NBA, 21 de sus 30 equipos han llegado en la última década y media a las finales de Conferencia. El 70% de los equipos han estado así de cerca del título. Esto no tiene más explicación que la casi uniformidad de topes salariales y el reparto mucho más equitativo de los derechos televisivos, un asunto que en España es un auténtico escarnio y que provoca que se midan clubes que unos a otros se multipliquen el presupuesto por 30. La Real, por ejemplo, tiene diez veces menos presupuesto que el Madrid, mientras que el Athletic tiene ocho veces menos que el Barcelona. Que de década en década les pasen por encima aunque sea en Copa es una bendición, aunque no elimina el problema de fondo ni por supuesto el enorme tostón que supone ver siempre a los mismos ganando todo, con los palmeros habituales babeando y encantados con el monopolio y el abuso.