En campaña, lo importante es no equivocarte
En campaña, lo importante es no equivocarte twitter.com/_Juarma_
Hace un par de días me encontré un mensaje sorprendente (y no para bien) en un discurso de un candidato. Pensaba que no pasaría de ahí, pero además de escribirlo, leerlo y emitirlo, lo tuitearon. Vi el tuit por el revuelo negativo que generaba. Malo. En campaña, lo más importante es no cometer errores y, si los cometes (nos pasa a todos), es importante hacer algo para rectificar. En el mejor de los casos, estas líneas recibirán la respuesta que el dibujante Juarma sugería ayer en su tuit: “Voy a estampar unas camisetas donde ponga: gracias por tu consejo de mierda”, pero no puedo omitirlas.
Nos tomamos demasiado en serio twitter.com/jjcuellarruiz
El periodista Juanjo Cuéllar ha hecho un experimento en Twitter: preguntar algo concreto a candidatos de su municipio. Evidentemente, ninguno le ha respondido. No tengo ninguna intención en centrar la atención en Cuéllar, porque yo, como cualquier otro periodista en Twitter, puedo pecar de lo mismo: nos tomamos demasiado en serio nuestra presencia en esta red social, la participación directa, y todas esas zarandajas. En Twitter no se hace política ni participación, igual que no se puede hacer periodismo. Ni siquiera podemos llamar “conversación” a cruzar unos tuits.
Es un cartel horroroso twitter.com/elultramarinos
Jesús Barcos se preguntaba en Twitter si funcionará el cartel que, a modo de portada de revista magacín, anuncia el acto central de la campaña de Errejón y Carmena. Como cartel electoral es horroroso. Si me apuran, como diseño es bastante malo porque caricaturiza lo que ya son portadas discutibles para algo que se supone serio: la política. ¿Funcionará? Respondo con otra pregunta: ¿cómo lo sabremos? ¿Podremos preguntar a los asistentes si han acudido solo por el cartel? Lo que tengo claro es que en Podemos y sus derivados son buenos? Haciéndonos creer que sus diseños lo son.