Frenarles... pero con inteligencia twitter.com/maikeus
En este tema tengo dudas. Sí tengo claro que a la extrema derecha solo hay una manera de tratarla: mal. El rechazo a quien defiende sus ideas tiene que ser activo, no vale pasar. Por otro lado, soy consciente de que Vox, C’s y PP vinieron a Euskadi a provocar, a buscar pelea (y la encontraron), a generar vídeos para las televisiones y redes sociales, a mostrarse como héroes cuando, como dice un tuitero, no pasan de “macarras” y buscabocas (esto lo añado yo). Lo mejor que podíamos hacer para frenarles, esta vez, era ser activos? en inteligencia. Lo que nunca han sido los del pasamontañas y la gasolina.
Antifascistas de postal twitter.com/psalaburu
Muchos de los que se manifestaron contra Vox o quisieron dejar claro a los de Ciudadanos que en Errenteria no pintaban nada no son antifascistas. Porque al fascismo se le combate siempre, y quien estuvo callado ante el fascismo de ETA (que asesinaba a quien pensaba diferente) ahora se puede manifestar contra quien le dé la gana, pero no puede ir de antifascista porque no lo es. Además, como destaca Pello Salaburu en Twitter, es un error porque les han hecho la campaña a los ultras a los que, sin duda, siempre, hay que combatir. ¿O estos antifascistas de postal también estaban de campaña?
Ultras de verdad twitter.com/pvallin
Muchos que van de eso, de antifascistas, en Euskadi lo son a medias, pero los que sí son ultras de verdad son los que vinieron este fin de semana: palizas a manifestantes, como denuncia Pedro Vallín en Twitter, comparando los violentos hechos de Oviedo protagonizados por la extrema derecha española la semana pasada con los de los nazis alemanes; neonazis con condenas por haber salido “de caza” y haber dejado hasta con minusvalías a sus víctimas, como leemos en La Marea; negacionistas del Holocausto con espacio en medios igualmente ultras para su paranioas. Esto va en serio.