Sánchez ama el sanchismo
Sánchez ama el sanchismo
Pedro Sánchez tiene una capacidad asombrosa para tomar malas decisiones y sobrevivir a ellas. Y con todo lo que le ha pasado (ha sido expulsado de su propio partido y se ha encontrado en Moncloa después de una moción de censura improvisada), parece que publicar sus memorias demasiado pronto para alegría de los críticos no es tan grave. Pero sí lo es. Lo que está trascendiendo no suma pero sí resta porque él se lo ha buscado: airear decisiones personales chuscas y políticas reprobables, con ese aire de “oda a sí mismo”, como lo definen en Letras Libres, puede desgastarle más de lo que calculó.
Demasiados corazones
El periodista Álvaro Carvajal ha juntado cuatro fotos: en ellas se ve a Sánchez, Iglesias, Casado y Girauta en actos de sus partidos presididos por un corazón. Y añade: “Demasiado corazón para tanta política desde las tripas”. Apelar a la emoción está bien, apelar a los instintos es más complicado, pero no apelar a las ideas es, evidentemente, un error. Un error que cometen los líderes de los principales partidos españoles en el Congreso (hasta que entre Vox): ¿dónde están los proyectos, las medidas? No lo sabemos, de momento, todos ofrecen lo mismo: un corazón dibujado y su bandera.
Y en Vox, ordeno y mando
Los representantes de Vox no están todavía en el Congreso y ya han decidido saltarse su democracia interna: así funciona la extrema derecha española. Más claro, agua. “La dirección nacional de Vox ha decidido dar un golpe en la mesa para ejercer un control férreo en la confección de candidaturas electorales, tanto para el cartel de generales como para autonómicas y municipales”, leemos en El Confidencial. El colmo del facherío, como si de un chiste se tratara, es que este cambio estatutario se ha “debatido” en la Asamblea que organizaron ayer, el 23-F.