17 años por unas abolladuras twitter.com/gerardotc
La mayor y única muestra de violencia de la ciudadanía catalana hacia el Estado son aquellos dos todoterrenos de la Guardia Civil que acabaron llenos de pegatinas, con las ruedas pinchadas, sin limpiaparabrisas y abollados. ¿Es un delito? Sí. ¿Debe ser juzgado? Justamente. Porque es flagrantemente injusto que por esos daños pidan 17 años de prisión a Jordi Sànchez, que lleva más de doce meses en preventiva. Del mismo modo, es un escándalo que ese delito y unos tuits en los que llamaba a una manifestación pacífica, conlleven una pena tan alta como la que reclaman.
Los obreros que votan a Vox elespanol.com
Doy por hecho que Vox será el refugio en mayor medida de exvotantes del PP y de Ciudadanos que de exvotantes de Podemos. Pero no por ello deja de ser significativo que se extienda la impresión de que los de Iglesias no han respondido a “los indignados”. Quienes proclamaban el asalto a los cielos han acabado en un chalé con piscina y una baja paternal de tres meses como cualquier privilegiado de la casta. Así que ahora algunos insatisfechos doblemente cabreados, por las promesas y las insatisfacciones, acabarán en Vox, pero el problema para los morados, insisto, es que se palpe la decepción.
El gesto indeseable de Simeone twitter.com/FerCevallosF
Estoy de acuerdo con Borja Barba, entre otros, en que el gesto de Pablo Simeone, agarrándose sus partes para demostrar yo qué sé que, es horroroso. Más que horroroso, indeseable: no lo quiero para mi equipo. Un escudo es mucho más que los jugadores, el entrenador y el presidente que gestionan en un momento dado un club. A una marca con tanta carga emocional como la de un equipo de fútbol se le atribuyen valores: una manera de jugar, una manera de defender, una manera de atacar? Y una manera de mostrar las gónadas al graderío y la afición. Simeone, no con los míos.