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Política gaseosa

Política gaseosa

Dicen que estamos en los tiempos de la política líquida, pero algunos nos llevan ventaja y ya han pasado a la gaseosa, que se mantiene, se inflama y se escapa en función de las variaciones del entorno. Mientras todo esto sucede, siguen imprimiendo mis opiniones en tinta por la noche para que usted las lea al día siguiente, cuando ya han pasado otro montón de cosas. Y me gusta. Pero me la juego: de verdad que no creía que Podemos fuera a hacer frente a Íñigo Errejón y Manuela Carmena, ni mucho menos que Iglesias tomaría la decisión en unas horas. El partido morado se esfuma.

Esto va así

El tuit de Tamiroff sobre el paso que ha dado el que fuera número dos de Podemos es tan duro como cierto: “Yo a Errejón lo entiendo perfectamente. Imagina que eres candidato y tienes que tragar con las listas cremallera; y te cuelan a tres lerdos de Equo, al de los memes de IU Madrid Centro, a un primo de Echenique, al exJemad y además tienes que llevar de número tres a Espinar”. Esto es lo que pasa en los partidos de la nueva política, que no están compactados por una ideología definida, y que son de aluvión de siglas y de personas ávidas de notoriedad que no van a dejar pasar el tren.

Por si quedaban dudas

Vuelvo al principio: estaba bastante seguro de que Pablo Iglesias iba a gestionar la decisión de Errejón en vez de precipitar una suya. Por supuesto, no podían faltar en este desaguisado José Julio Rodríguez, que será el cabeza de lista de Podemos contra Errejón, ni Echenique, el político más sobrevalorado, que exige a su compañero que abandone el escaño de diputado en el Congreso y al que desprecia con un: “Claro, de algo tiene que vivir hasta mayo”. ¡Qué ambientazo! Aunque no he acertado en el rápido desarrollo de los hechos, me arriesgo con una apuesta: Errejón acaba en el PSOE.