Y hasta aquí llegó Vox twitter.com/teoleongross

El periodista Teodoro León Gross fue el que mejor lo tuiteó: Vox solo quiere seguir en el centro de la discusión política, por eso planteó al PP un acuerdo en Andalucía inadoptable, ni siquiera negociable, que empezaba por la expulsión de 52.000 personas o el desbaratamiento de las políticas de igualdad, y terminaba con el cambio de la fecha del Día de Andalucía o el apoyo a la tauromaquia y la caza. En campaña, todo es posible; pero en las mesas de negociación y los parlamentos, plantear imposibles te retrata y te desgasta. Al final, para parar a Vox nos va a venir bien su éxito.

En su trampa twitter.com/Gamboabi

Pocas acciones en política he visto más capciosas que la ocupación del gaztetxe Maravillas en Iruñea (que ha sido retomado porque no había ningún okupa en su interior): quien lo promovió tuvo mucho cuidado de no salpicar ni a Asiron ni a Beaumont (que estaba de vacaciones, casualmente), y todos los dedos tenían que apuntar a Barkos y a Solana en la recta final de su primera legislatura. Pero, como bien apunta José Miguel Gamboa con ironía tuitera, Bildu puede encontrarse en su propia trampa, y ahora Ayuntamiento y Departamento navarro de Interior tienen que mojarse.

Qué error twitter.com/Doble_Malta

Con un movimiento feminista arrollador, resulta extrañamente torpe que UGT y CCOO hayan decidido convocar una huelga precisamente el 8 de marzo contra la reforma laboral que aprobó el PP y de la que se está beneficiando el PSOE mostrando datos de descenso del paro como si tuvieran algo que ver con los resultados. Así que la crítica de este humilde columnista se suma a las de furibundas (y con razón) usuarias de Twitter que alzan la voz ante lo obvio: el error de los sindicatos mayoritarios españoles, que bien pretenden aprovecharse del feminismo o bien pretenden neutralizarlo.