Vergüenza twitter.com/carlosherreracr
El final de la huelga de hambre de los presos de Lledoners fue una de las mejores noticias prenavideñas: Catalunya necesita volver a la normalidad urgentemente y esa es una labor de todos los actores y agentes. Flaco favor hacen a esta demanda Carlos Herrera, Juan Carlos Girauta, Arcadi Espada y Salvador Sostres con su foto desde una marisquería y el mensaje: “Empezamos huelga de hambre”. Los dos últimos ya son solo dos bufones de la derecha rancia. Herrera no debería de caer en el peor tuiterismo. Pero lo de Girauta, por diputado, es injustificable.
No es un periodista twitter.com/cakealatake
Cake Minuesa se quejaba estos días de Navidad de que nadie de LaSexta, Telecinco, Cuatro o TVE le ha llamado para preguntarle qué tal estaba después de que el pasado 21 de diciembre un idiota le agrediese en Barcelona. Minuesa sabe que ningún periodista tiene obligación de llamar a un agredido. Pero le da igual porque lo suyo es provocar, también cuando va micrófono en mano y cámara a tres metros. Minuesa tiene de periodista lo que yo de cocinero: la cuchara de palo. E insisto: los compañeros que se han referido a él como “un reportero agredido” solo se han rebajado.
Monedero el rapero twitter.com/LI3PeO
Cuando vi a Juan Carlos Monedero marcarse un villancico navideño a ritmo de rap con su habitual matraca (que él es el pueblo y vigila al poderoso), me alegré: no hay mejor manera de retratar a alguien que esperar a su autorretrato. Y se supone que Monedero es de los listos: el profesor de Iglesias y Errejón, el que trabajaba para el Gobierno venezolano y cobraba su buen dinero público chavista, el que tenía una sociedad unipersonal para tributar menos, y el que fundó La Tuerca y Podemos. Lo siento por quienes confiaron en su capacidad revolucionaria y ahora se encuentran a un aspirante a showman.