Cuando falta la vergüenza
Cuando falta la vergüenza twitter.com/Albert_Rivera
Cuando uno no tiene vergüenza, la política a corto plazo es más fácil. A largo plazo, la cosa se complica, pero en lo inmediato es sencillo reorientar las velas y el sentido del viaje sin que nada importe. Rivera lo mismo se sube al carro feminista de la mañana a la tarde como pasa de la abstención a liderar una reforma de la prisión permanente revisable más restrictiva que la de su impulsor, el PP. Lo importante para los de Ciudadanos es estar en la corriente mayoritaria, la coherencia se la dejan a otros.
La tele gana vertele.eldiario.es
El dato es absolutamente extraordinario: el lunes el programa de Ana Rosa Quintana y el de Susanna Griso superaron el 26% de cuota de pantalla después del asesinato de Gabriel Cruz, según Vertele. Y volvemos ahora al debate del huevo y la gallina: ¿la audiencia lo reclama o lo consume porque Telecinco y Antena3 lo ofrecen? Sinceramente, qué más da: el hecho es innegable. Me refiero a que es innegable que la turba, en el más amplio sentido del término, vive su mejor momento gracias a Internet y la televisión.
La dignidad de las víctimas twitter.com/PlarManjon
Nos falta reposo, es evidente. Internet nos ha sumergido en una intensidad informativa y opinativa tremenda y la televisión no quiere quedarse atrás. Así que los fabricantes de antorchas viven tiempos de gloria. Por suerte, hay fogonazos de racionalidad que son los que deben iluminar el camino: Patricia Ramírez, la madre de Gabriel Cruz, y Pilar Manjón, víctima del 11-M, nos han dado una lección de dignidad, eso sí, hace falta humildad para recibirla. Y de eso en Twitter parece que no hay.