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¡A galopar!

"¡A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar!" Decía Rafael Alberti cuando a través del poema A galopar llamaba a los ciudadanos a rebelarse y luchar contra una dictadura fascista que había sembrado de muerte y terror un país conculcando en toda su extensión la libertad y los derechos humanos. Ahora que se cumplen 40 años de la muerte de Franco, la necesidad de estar vigilantes ante la injusticia y luchar contra la usurpación de los derechos sigue estando tan vigente como entonces.

Salvando las distancias es lo que propone el "padre" del Concierto Económico, Pedro Luis Uriarte, cuando durante estos días, con motivo de la presentación de su enciclopédica obra El Concierto Económico Vasco: Una visión personal, pide a una "adormecida" sociedad vasca que se movilice por el asedio que desde los partidos políticos españoles y la mayoría de los gobiernos autónomos con la colaboración de todos los medios de comunicación están sufriendo los cimientos de nuestro autogobierno, base de nuestro estado de bienestar.

El que fuera consejero de Hacienda del primer Gobierno Vasco tras la recuperación de la democracia y consejero delegado del BBVA no tiene claro que una sociedad que parece anestesiada debido a "su alto nivel de vida y la ausencia de estímulos para afrontar un necesario proceso de transformación" saliera hoy a la calle en la defensa del Concierto Económico, como lo hizo en junio de 1978, cuando 80.000 vascos se manifestaron para reivindicar este instrumento de nuestro autogobierno 30 meses antes de que se consiguiera.

A pesar de que jurídica y políticamente parece improbable que desde el Estado alguien pudiera pretender eliminar o modificar el Concierto Económico porque para ello hay que reformar la Constitución Española, con la desaparición de su disposición adicional primera, y el Estatuto de Gernika y luego someterlos a referéndum por parte de los vascos que rechazarían masivamente semejante tropelía por el mayoritario apoyo que concita esta figura, sin embargo es preocupante la erosión que puede sufrir a través de la "modulación", -evidentemente al alza-, que algunos dirigentes políticos pretenden en la aportación del Cupo que pagamos al Estado por las competencias no transferidas. Una cuestión que no es baladí y que de conseguirse puede afectar de manera muy importante a nuestras vidas porque está claro que con ese aumento del Cupo los vascos íbamos a vivir peor. ¿Será en el fondo lo que pretenden?

El Concierto Económico nos afecta directamente a los vascos en nuestra vida diaria cuando vamos a un hospital, circulamos por una autovía, hay ciudadanos sin recursos que son receptores de servicios sociales, por no hablar de la educación de nuestros hijos o las políticas de desarrollo económico y ayudas a las empresas, etc., porque potencia todas las vías por las que el gasto público llega a los ciudadanos.

Es en este aspecto donde hay que incidir de manera importante para que aumente el conocimiento que tienen los vascos de un instrumento de los que son auténticos protagonistas no solo por beneficiarse de un alto estado de bienestar social generado por la existencia del Concierto Económico, sino por su contribución a su fomento y desarrollo gracias a la elevada conciencia fiscal que existe en Euskadi en el pago de los tributos, -muy por encima de la española-, y a la existencia de unas fuertes capacidades de gestión de las instituciones y una administración pública que es modélica en su funcionamiento. Esta es la diferencia respecto a la realidad de las comunidades autónomas españolas.

Es triste saber que solo el 7% de los vascos conocen lo que es el Concierto Económico por lo que, como bien dice Pedro Luis Uriarte, cómo se va a defender aquello que se desconoce. Por ello, se impone una gran campaña de información y conocimiento de este instrumento básico de nuestro autogobierno que ha sido una pieza clave para que Euskadi haya podido aguantar la crisis de la forma que lo ha hecho con las tasas de paro más bajas de todo el Estado y esté saliendo fortalecida de la recesión. Y todo ello sin recibir ninguna ayuda por parte del Estado como ha ocurrido en el conjunto de las comunidades autónomas porque es un sistema de riesgo en el que los recursos que administra la CAV los generan sus ciudadanos exclusivamente.

Por ello no estaría mal que la impresionante obra de algo más de 3.000 páginas que ha escrito Pedro Luis Uriarte y que va a quedar en la historia como una referencia de consulta inexcusable para todo aquel que quiera saber del sistema fiscal propio que tenemos los vascos se redujera a un volumen con un componente didáctico con el fin de socializar el conocimiento del Concierto Económico. Nunca los vascos estaremos lo suficientemente agradecidos a Pedro Luis Uriarte que, de manera totalmente altruista, ha realizado un impresionante trabajo para difundir lo que es el Concierto Económico, de cuya negociación fue auténtico protagonista, y colgarlo en internet para todo aquél que lo quiera conocer.

Los vascos debemos estar vigilantes no solo ahora, sino, particularmente, a partir de las elecciones del próximo 20D, cuando desde Madrid comience el asalto al Concierto Económico por parte de los cuatro partidos que se disputan La Moncloa porque tanto los "viejos" como el PP y PSOE como los emergentes Podemos y Ciudadanos piensan en la misma clave: los vascos somos unos privilegiados y, por lo tanto, unos insolidarios.

Argumentar que Euskadi ha pagado al Estado en concepto de Cupo 4.440 millones de euros más de lo que le correspondería por población desde 1981 a 2014 y que la eliminación del Concierto Económico para que la CAV entre en el sistema de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA) o aumentar de manera importante la aportación al Estado no resolvería en absoluto los problemas que tienen las comunidades autónomas que tanto se quejan, es algo que cae en saco roto cuando el analfabetismo foral de los políticos españoles con el apoyo de los grandes medios de comunicación forma parte de una forma de hacer política desde la simpleza y el populismo.

El cálculo que ha hecho Pedro Luis Uriarte de un aumento medio del Cupo de 3.218 millones de euros no solamente tendría un efecto letal para Euskadi, ya que habría que incrementar un 55% los impuestos para mantener el mismo nivel de gasto público o por contra disminuir en ese importe o hacer una mezcla de los dos, significa solo un 1,3% de los 237.764 millones de euros que deben las comunidades autónomas al Estado.

Por si esto fuera poco, como quiera que el Concierto Económico es un pacto bilateral entre la CAV y el Estado, ninguna de las quince autonomías de régimen común se beneficiaría de este incremento del Cupo con lo que iría directamente a disminuir el déficit público estatal en solo un 0,5%. Olé la "gracia" que pretenden los dirigentes políticos españoles y los responsables de los gobiernos autónomos que, en vez de demandar más recursos a un Estado cada vez más centralizador, se fijan en Euskadi no para equipararse por arriba, sino para que los vascos bajemos a su nivel de desidia y mala gestión. La "broma" de estos iletrados, -de prosperar una subida sustancial del Cupo-, puede traducirse en una pérdida del 40% de los presupuestos del Gobierno Vasco en materia de educación y sanidad, 100% en industria e investigación, 42% en infraestructuras y un 50% en seguridad. ¿Es eso lo que quieren?

Esta es la Euskadi a la que nos quieren llevar los corruptos del PP, los trileros del PSOE, los joseantonianos de Ciudadanos y los pseudo izquierdistas populistas de Podemos, que curiosamente en Euskadi son minoría y, si nos atenemos a los emergentes, son prácticamente inexistentes y, encima, mal avenidos.

Después de las cuatro conferencias que Pedro Luis Uriarte ha realizado esta semana en Donostia, Bilbao, Gasteiz e Iruñea presentando su obra y su presencia en numerosos medios de comunicación no he visto que hayan respondido los Cristóbal Montoro, Pedro Sánchez, Susana Díaz, Miquel Iceta, Ximo Puig o Albert Rivera de turno. Ante este elocuente silencio, habrá que echar mano otra vez de la generosidad de Pedro Luis Uriarte y que coja unos días de vacaciones para explicar por todo el Estado que el Concierto Económico no es un privilegio, ni Euskadi es un paraíso fiscal ni que su concesión se debió a la presión de ETA. Igual de esta forma los tópicos se convierten en sólidos argumentos y los apriorismos interesados en reflexión sosegada. Algo habremos conseguido.