El récord histórico de turistas que está registrando este año Donostia, según los primeros datos dados a conocer en julio y a la espera de concluir la temporada veraniega a finales del próximo mes de septiembre tras la celebración del Zinemaldia, están poniendo de relieve la importancia cada vez más creciente que tiene el turismo como un sector relevante en el tejido económico de Gipuzkoa -ya que supone el 7,2% del PIB del territorio y genera 18.000 empleos-, con una tendencia firme de crecimiento y la necesidad de acometer políticas estructurales que ayuden no solo a su fomento, sino también a su desestacionalización para convertirlo en una actividad económica de peso a lo largo de todo el año.

Solo en el primer semestre de este año, Donostia ha registrado un incremento del 52,5% en la ocupación de sus establecimientos hoteleros, el más alto de los últimos cinco años, por encima de Bilbao, que se queda en un 48,1%, y es el único destino vasco que ha aumentado la entrada de turistas en hoteles y alojamientos rurales, con una subida del 10,9% respecto a 2014, según datos del departamento de Desarrollo Económico.

Y todo esto sin hacer nada de manera relevante y estratégica en los últimos años tanto por parte de las instituciones locales como por las vascas que, aunque es cierto que los datos demuestran que la ciudad se vende sola por la importante proyección que tiene en el exterior, sin embargo, también hay que tener en cuenta la necesidad de potenciar la colaboración público-privada para el fomento y desarrollo de una serie de infraestructuras que comienzan por la mejora de las comunicaciones aéreas y terrestres y un aumento de la oferta hotelera. Como destaca un profesional del sector, Donostia es un destino que está creciendo, a pesar de las importantes dificultades de acceso por tierra, mar y aire que presenta.

Según el estudio Ibiltur Ocio 2014 presentado recientemente por el departamento de Desarrollo Económico y que recoge la valoración de los turistas sobre los seis destinos turísticos vascos (Donostia, Bilbao, Vitoria, Costa Vasca, Rioja Alavesa e Interior), el 96,3% de los encuestados recomendaría con seguridad a familiares y amigos que visiten la capital donostiarra frente al 89% que registra la capital vizcaina y frente a una media para el conjunto de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) del 88%.

Esta altísima valoración que Donostia merece de sus turistas se refiere al turismo de ocio, que es el que refleja el estudio pero, sin embargo, si tenemos en cuenta el profesional o de negocios la prescripción de los encuestados también arroja datos muy positivos. El anterior estudio Ibiltur, realizado en 2012 y publicado en 2013 y que incluía el turismo de negocios y de congresos, el 71% de los encuestados recomendaba a Donostia como el mejor destino en este campo, mientras que la valoración que hacían de Bilbao se quedaba en un 35%. Es decir, más del doble entre una y otra ciudad.

Sin embargo, todos estos datos que evidencian que Donostia es el destino turístico mejor valorado de la CAV se contradicen cuando se toman como referencia indicadores macroeconómicos, entre ellos la contribución del sector del turismo guipuzcoano al PIB de la CAV, que ha descendido siete puntos en los últimos doce años, al pasar de aportar 1.122 millones de euros en 2002 a 1.573 millones en 2013, lo que supuso un aumento del 40%. Por el contrario, la evolución de Bizkaia, en particular de Bilbao, sin contar con ese importante reconocimiento prescriptor de los turistas, ha pasado en estos doce años de aportar 868 millones de euros a 1.684 millones en 2013 con un incremento del 94% durante ese periodo.

Esta disfunción elocuente del potencial turístico de Gipuzkoa en términos de evolución macroeconómica tiene su explicación según los profesionales del sector del territorio, en la apuesta que desde el Gobierno Vasco se ha hecho a favor de Bizkaia a la hora de desarrollar las inversiones en el sector, así como en la potenciación de actividades como es la celebración de congresos y eventos por parte del Ejecutivo de Vitoria y de las sociedades públicas dependientes.

La tendencia de estas sociedades públicas es que los eventos relacionados con su actividad se celebren en general en Bilbao, lo que provoca una dinámica de generación de negocio con dinero público solo en un territorio en detrimento de los otros dos que conforman la CAV.

Según un estudio elaborado el pasado mes de junio por varias entidades donostiarras vinculadas con el sector durante los años 2013 y 2014, Bilbao se llevó el 62% de los congresos organizados por la Administración pública vasca en su conjunto, cuando su peso en el PIB turístico vasco es del 44%, mientras que Donostia, que representa el 41%, solo registró el 27%, en tanto que el 11% restante le correspondió a Vitoria.

En el capítulo de inversiones hay que destacar la de Bilbao Exhibition Center (BEC) que ha aportado nueve millones de visitantes en los diez años que lleva de actividad y los 13 millones de euros destinados a la terminal de cruceros de Getxo que tiene muy poca repercusión en Gipuzkoa, si se tiene en cuenta que los cruceristas que arriban a un puerto solo se mueven en un radio de unos 80 o 100 kilómetros por la necesidad que tienen de pernoctar en el barco para continuar la travesía.

De la misma forma hay que resaltar la importancia de que la sede de la Agencia Vasca de Turismo, Basquetour, esté en Bilbao y no en Donostia, con todo lo que ello puede significar de que el origen de su plantilla, en su mayoría de procedencia vizcaina con una excepción guipuzcoana, puede ejercer de elemento tractor por la simple razón de ubicación y residencia de las personas que en ella trabajan.

Es un elemento más de la penalización institucional que sufre Gipuzkoa por parte de la Administración pública vasca, en donde sin contar las sedes del Gobierno y del Parlamento vascos la mayoría de las sociedades públicas vascas se reparten entre Bizkaia y Araba. En Gipuzkoa radican Musikene, la Orquesta Sinfónica de Euskadi -que hace dos años fue pretendida desde Bizkaia-, el Instituto Etxepare, el Instituto Vasco de Administración Pública (IVAP) y HABE.

Y ello, sin contar con que todavía llevamos varios años sin resolver la ubicación de la sede de Tecnalia, que es un centro tecnológico privado, a pesar de que la inversión realizada en Gipuzkoa en I+D+i era bastante superior a la de Bizkaia.

También hay que hacer referencia a la falta de apoyos, en contraposición con los que ha tenido el aeropuerto de Loiu, que han existido a la hora de potenciar la conexión aérea con Donostia, en donde es necesario impulsar turísticamente las instalaciones de Hondarribia a través del establecimiento de líneas directas con las principales capitales europeas y nuevas conexiones que hagan mucho más cómodo llegar en avión a la capital donostiarra.

Para ello es necesaria la potenciación de las entidades destinadas a tal fin y convertirlas en elementos dinamizadores de la actividad aeroportuaria de Gipuzkoa.

Con la realidad que ofrecen los números y viendo que Donostia se consolida como el primer destino turístico con diferencia de la CAV y la importancia que como sector económico está teniendo no solo en el territorio sino en la economía del país, parece que lo procedente es que desde la Administración pública vasca y sus sociedades públicas se haga un reparto más equitativo entre Bilbao y la capital donostiarra en la organización de congresos y otro tipo de eventos, teniendo en cuenta la aportación que las dos ciudades hacen al PIB turístico vasco.

De la misma forma, aunque para algunos pueda parecer un dislate, la realidad aconseja proceder a un cambio radical en las políticas estratégicas impulsadas desde Vitoria, para que la capital donostiarra se convierta en el centro turístico de referencia de Euskadi y Bilbao en un lugar de visita obligatorio, gracias a los importantes atractivos turísticos que posee. Justo lo contrario de lo que se hace a ahora. Se trata de hacer un país más equilibrado y equitativo en función de las potencialidades que ofrece cada territorio.