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La carrera por Fagor

No lo van a tener fácil de partida los administradores concursales a la hora de discernir sobre las ofertas, hasta ahora conocidas, para hacerse con alguno de los activos de Fagor Electrodomésticos y relanzar la actividad de lo que fue la joya de la corona del grupo cooperativo de Arrasate. De momento, y hasta que hoy, domingo, no concluya el plazo de presentación de ofertas, las, probablemente, únicas propuestas que puede haber encima de la mesa son las del grupo argelino Cevital y la catalana CNA Group que difieren en cuanto a precio y en la creación de empleo de manera importante. La única coincidencia, a pesar de los intentos de la Diputación Foral de Bizkaia y de afirmaciones de su responsable económico en el sentido de que había posibles interesados, es que ninguna de las dos ofertas incluye la planta de Edesa de Basauri.

La carrera por adquirir los activos de Fagor Electrodomésticos no solo no ha empezado antes de que expire el plazo de presentación de ofertas, sino que se ha iniciado ante la opinión pública en un intento de querer presionar a los administradores concursales y,en última instancia, al juez de lo Mercantil Número 1 de Donostia, Pedro José Malagón, que es quién decidirá a finales del mes de julio a que ofertante se le adjudican las plantas guipuzcoanas de la cooperativa de Arrasate.

Mientras el grupo argelino Cevital ha aumentado su oferta en 18 millones de euros, frente a los 12,5 millones que estaba dispuesto a pagar hace tan solo dos meses, en lo que se refiere al empleo, sin embargo, se mantiene en la generación de 300 puestos de trabajo para llegar a 400 empleos, si se cumplen las previsiones, en el año 2019. Por contra, la propuesta presentada por el grupo catalán CNA Group, una semana antes a la realizada por la corporación argelina, es de 16,2 millones de euros pero eleva a 500 el número de empleos directos.

La diferencia de 200 puestos de trabajo directos entre la oferta de CNA y Cevital es muy importante, si tenemos en cuenta que la filosofía con la que el juez Malagón y los administradores concursales han actuado en el concurso de Fagor Electrodomésticos se ha basado, sin saltarse el marco que fija la Ley Concursal, en la reanudación cuanto antes de las plantas productivas de la cooperativa vasca y perseguir el mayor mantenimiento de puestos de trabajo. En conjunto, CNA Group ofrece una generación de 1,397 empleos, mientras Cevital rebaja la cantidad a 1.300 puestos de trabajo, incluyendo los indirectos en ambos casos.

En lo que se refiere a la diferencia de precio entre las ofertas de CNA y Cevital el análisis no puede realizarse en términos homogéneos porque los intereses de los dos grupos son muy diferentes en lo que se refiere al proyecto industrial que quieren llevar a cabo en las antiguas plantas de Fagor Electrodomésticos. Incluso en alguna de las ofertas puede haber una valoración menor en términos relativos sobre la otra.

Así, mientras el grupo catalán ofrece 16,2 millones de euros por las plantas de Garagartza (cocción) y Eskoriatza (minidomésticos), así como el Servicio de Asistencia Técnica y la gestión de las marcas Fagor, Aspes y Edesa, en el caso de la corporación argelina su propuesta de 18 millones no solo incluye esos activos, sino también las líneas de producción de lavadoras de Garagartza y de climatización en la factoría de San Andrés, más la adquisición de las participaciones que la cooperativa tenía en dos filiales en China y Malasia. Ninguna de las dos ha mostrado su interés por la línea de confort (termos y calentadores de gas), cuya producción se hacía en Basauri y Bergara, a través de una joint-venture con la alemana Vaillant.

Otro aspecto importante que se está teniendo en cuenta en el concurso de Fagor Electrodomésticos es que el comprador de los activos de la cooperativa no solo no tenga un proyecto industrial sino que la actividad sea sostenida en el largo plazo, con el fin de evitar posibles movimientos especuladores y que todo este esfuerzo que se está realizando para acometer cuanto antes la reflotación de las factorías se venga abajo con todo el impacto económico negativo que ello puede suponer en una comarca como la de Debagoiena.

En este sentido, las palabras de la consejera de Desarrollo Económico, Arantza Tapia, el viernes en Barcelona, en las que consideraba que el proyecto de CNA Group es más sólido porque “mantiene la actividad y el empleo a largo plazo”, indica que la experiencia del grupo catalán que, desde hace 67 años se dedica a la fabricación de hornos, placas de cocina y campanas extractoras, puede ser un factor determinante frente a la bisoñez de Cevital, que solo lleva ocho años fabricando frigoríficos, lavadoras, televisores y acondicionadores de aire en una joint-venture con la coreana Samsung para el mercado argelino.

El origen del grupo Cevital, que es una empresa familiar dirigida por Isaad Rebrad, está vinculado al sector del metal para luego diversificarse en el sector agroalimentario, distribución, automoción y servicios e industria, a través de 19 filiales. En el sector industrial, aparte de Samha, que es la empresa fabricante de los electrodomésticos Samsung, cuenta con una planta de producción de cristal, otra de prefabricados para la construcción y paneles, así como la explotación de varios yacimientos mineros.

La experiencia en Europa, en lo que se refiere al sector de los electrodomésticos, es de apenas dos meses, cuando el pasado mes de abril adquirió dos factorías, la sede corporativa y el Servicio de Asistencia Técnica de la filial de Fagor Electrodomésticos en Francia, por lo que tuvo que abonar 100 millones de euros, más los 25 millones por las marcas, en poder de una filial irlandesa de la cooperativa vasca, y el compromiso de mantener 1.300 empleos de los 1.800 que contaban las plantas de Brandt.

Todos estos aspectos como la presentación de un proyecto industrial que ofrezca garantías de continuidad en el futuro, a partir de una experiencia demostrada y con visos de consolidación, más la creación del mayor número de puestos de trabajo van a ser los elementos que los administradores concursales van a tener en cuenta en el proceso de puja con la presentación de ofertas de mejora sobre la primera propuesta ante la concurrencia de competidores que ya existe para hacerse con los activos de Fagor Electrodomésticos.

Eso quiere decir, que estas primeras ofertas presentadas por CNA y Cevital pueden mejorarse durante ese proceso en un afán de eliminar al competidor con lo que, a lo largo del mes de julio, se pueden producir cambios importantes sobre las propuestas iniciales. Esto significa que, frente a los primeros momentos de incertidumbre del concurso, que las unidades de negocio de cocción y minidomésticos de Fagor Electrodomésticos siguen siendo muy rentables nueve meses después de estar inactivas. Si desde la cooperativa se hubieran tomado las medidas adecuadas de reestructuración del negocio en su tiempo, a pesar de las drásticas consecuencias que iban a producirse, hoy no estaríamos hablando de esta situación. Pero, eso ya es historia pasada. l