Gipuzkoa, territorio atractivo
parece que las expectativas de la recuperación de la economía guipuzcoana pueden ir por buen camino a tenor de algunos indicadores que se están dando a conocer en los últimos días y que generan cierta dosis de optimismo sobre un cambio de tendencia que, desgraciadamente, no se va a ver reflejado, de momento, en la creación de empleo, el verdadero caballo de batalla de esta crisis. El cambio de ciclo en la generación de puestos de trabajo vendrá a finales de año, según pronostican los expertos, cuando se materialicen algunos proyectos que, en este momento, están en fase de elaboración.
A pesar de la crisis y de los efectos que ha tenido en el tejido industrial de Gipuzkoa, el territorio sigue siendo atractivo para los inversionistas y, en este sentido, podría estar próxima la entrada de capital importante para impulsar el desarrollo de la actividad de una empresa industrial, según se deduce de las manifestaciones realizadas por el diputado foral de Innovación, Desarrollo Rural y Turismo, Jon Peli Uriguen, en la entrevista que publicó este periódico el pasado jueves.
Por razones obvias, Uriguen no quiso ser más explícito hasta que no se materialice la inversión, tras los contactos que desde hace varios meses se están manteniendo con los interesados en llevar a cabo esta iniciativa. De momento, toca el silencio, la discreción y no echar las campanas al vuelo hasta que no se materialice el proyecto.
La cautela y la prudencia siempre son buenas consejeras en este tipo de operaciones porque, recientemente, hemos visto la entrada de inversión extranjera, canadiense, por más señas, en una empresa importante del territorio, líder mundial de su sector y con implantaciones fabriles en varios países, que empieza a generar dudas sobre su inicial objetivo de desarrollo de un proyecto industrial globalizado para convertirse en una operación especulativa para la posible venta de unos activos atractivos en el sector segmentando las líneas de negocio existentes.
En este caso, siendo verdad que los inversionistas no parece que estén cumpliendo con aquello que parece que se habían comprometido, también es cierto que los propietarios de la empresa tampoco han defendido la permanencia del proyecto industrial y han preferido realizar la venta de la compañía, a pesar de que para ello hayan tenido que esperar mas de tres meses en finalizar la operación por la falta de liquidez y las dificultades de financiación que demostraron los compradores para reunir los recursos necesarios para poder ejecutar la compra.
Por eso, como no es oro todo lo que reluce, bueno será estar a la expectativa ante este tipo de operaciones cuyo final parece estar mas cerca de la deslocalización que del mantenimiento de un proyecto industrial y su futuro desarrollo estratégico a nivel mundial. De la misma forma, hay que estar atentos también a esos fondos de capital que se caracterizan por entrar en empresas en situaciones ventajosas, bien porque están en crisis o porque sus propietarios las quieren vender total o parcialmente, para al cabo de un tiempo, tras conseguir las necesarias plusvalías, colocarlas al mejor postor proceda de donde proceda. Tras un tiempo en que parecía que las únicas inversiones procedían de este tipo de fondos especulativos, sin embargo parece que, coincidiendo con los atisbos de una posible recuperación, su presencia parece que se ha ido reduciendo.
Lo que está claro es que, tal y como decía Uriguen en esa misma entrevista, “Gipuzkoa despierta interés y sigue siendo un territorio atractivo para la inversión” no solo por su cultura industrial, sino también por la existencia de una red de centros tecnológicos, la Universidad y unas prestigiosas escuelas de formación profesional. Un tejido interrelacionado que da un potencial que no existe en muchos lugares y de manera tan concentrada. Y todo ello, dentro de un entorno donde la inversión en I+D+i, no solo es pareja a la de los grandes países europeos, sino que no ha descendido en los años de la crisis, contrariamente, a lo que ha ocurrido, en el caso, por ejemplo, de Alemania.
A pesar de este contexto, el emprendimiento, es decir, la generación de nuevos proyectos empresariales en el territorio, parece que va a tener que esperar a juzgar por la escasez que iniciativas de nuevo cuño que se están produciendo.
La renovación del tejido productivo es algo fundamental para el desarrollo de una economía y, mucho más, después de una crisis que pasará a la historia por su voracidad y larga duración, que ha hecho que haya zonas que han quedado prácticamente desertizadas en lo que a industria se refiere, como puede ser la comarca del Urola, y más en concreto, la localidad de Azpeitia, donde el paro volvió a subir un 2,1% en los tres primeros meses de este año.
Tras el cierre de Corrugados Azpeitia, verdadero motor económico de la localidad, a lo que hay que añadir alguna fundición y empresas del mueble, el trabajo que queda ahora es poner en marcha nuevos proyectos industriales que sustituyan a los desaparecidos, por lo que la labor de las instituciones y de las agencias de desarrollo comarcal va a ser de suma importancia.
El objetivo trazado no es fácil porque se trata de hacer un cambio en el tejido productivo existente hasta ahora y poner en marcha innovadores proyectos empresariales cuya maduración va a ser visible en el medio y largo plazo. Y en ese horizonte están trabajando, según manifiesta el diputado foral de Innovación, Desarrollo Rural y Turismo. Todo un reto, sin duda. l