Algo se está moviendo
QUE algo se está moviendo y que la crisis está tocando suelo parece obvio a tenor de los diversos indicadores económicos que están demostrando un cambio de tendencia y reflejando unos resultados en positivo muy lejos de las negras perspectivas que se planteaban antes del verano. El problema está en saber si ese parón en la caída tiene o no una pronta respuesta en la recuperación de la economía o, por el contrario, nos vamos a ver subsumidos en una especie de encefalograma plano con una imperceptible curva al alza en el horizonte.
Lo que está claro es que hay coincidencia general en que se ha parado la recesión económica, pero nadie es capaz de fijar cuándo se va a producir la recuperación y, con ella, la creación de empleo. Algunos analistas económicos fijan un plazo de diez años para que la economía vuelva a crecer y, por supuesto, no en términos parecidos a los que se desenvolvía en el año 2007, es decir, antes de la crisis, sino en parámetros inferiores. Esto quiere decir que tendremos un crecimiento en forma de una L invertida con una larga base de asentamiento.
De momento, no solo estamos viendo cómo las ventas de las empresas guipuzcoanas han experimentado un crecimiento del 4,7%, de las que el 2,2% proceden del mercado interior y el 8,7% de las exportaciones, confirmando la tendencia iniciada en el mes de septiembre, sino que también el tráfico de mercancías del puerto de Pasaia ha registrado su récord anual el pasado mes de noviembre con un aumento del 57,4%, fundamentalmente, por el crecimiento de la exportación de productos siderúrgicos en un 49,03%, lo que lleva aparejado un incremento del 320% en la descarga de chatarra.
En paralelo, se observa un regreso de las inversiones que se están produciendo no ya para el sector inmobiliario, ni para la especulación empresarial a la que se dedican los fondos de inversión, sino en el sector productivo industrial que está en nuestro ADN y que es lo que realmente ha hecho a este país menos vulnerable a la crisis, como hemos podido comprobar, lo que le permite situarse en parámetros dentro de la media mundial, como acabamos de ver con el informe PISA.
La adquisición de la mayoría del capital de Corporación Patricio Echeverría de Legazpi por parte de la canadiense Ingresoll Tillage Group (ITG), por contradictorio que pueda parecer a simple vista, no solo va a suponer para la empresa guipuzcoana convertirse en el líder mundial del sector de componentes para maquinaria agrícola, sino una garantía de continuidad en el futuro ante los importantes cambios que se van a dar en el sector por el aumento de la demanda en alimentación en todo el mundo, fundamentalmente por parte de los países emergentes, y, con ello, la necesidad de que las tierras sean más productivas.
El hecho de que el nuevo comprador se comprometa a mantener el equipo de gestión de Patricio Echeverría es un claro ejemplo de espaldarazo a la continuidad de la empresa y la confirmación de que la capacidad de gestión de la compañía va a seguir en Legazpi.
La venta del fabricante de los productos agrícolas y de construcción Bellota va a permitir garantizar su futuro, no ya porque los compradores no forman parte de esos fondos de inversión que entran en las compañías con la misión de obtener las mayores plusvalías en el más corto plazo de tiempo posible, sino porque desaparecen unos accionistas que no estaban dispuestos a invertir para que la empresa siguiera creciendo, al contentarse con obtener unos dividendos al final de cada ejercicio.
La dispersión de los accionistas de Corporación Patricio Echeverría, herederos en cuarta generación del fundador de la compañía legazpiarra, las discrepancias por parte de algunos de ellos sobre la valoración de los activos, a lo que hay que añadir algunas reticencias de los minoritarios a abandonar la empresa, han hecho que las negociaciones para la venta se alargaran por espacio de un año.
De la misma forma, hay que saludar la buena gestión que el director general de Astilleros Balenciaga, Vicente Galdeano, está realizando al conseguir que un banco y una compañía de seguros inviertan en la construcción de dos nuevos buques con el nuevo sistema de tax lease aprobado hace un año por la Comisión Europea, con lo que se ha roto la incertidumbre que pesaba en el sector naval tras las discrepancias que existían con Bruselas con las anteriores bonificaciones fiscales. Detrás de estos dos barcos, vendrán en las próximas semanas cuatro nuevos contratos, con lo que el astillero guipuzcoano tiene carga de trabajo asegurada hasta el año 2015.
En sentido contrario, justo un poco más de un año después de que los fondos de inversión Trilantic e Investindustrial comprarán el 48,1% de la operadora telefónica vasca Euskaltel, ya se están produciendo los primeros problemas al tratar de externalizar actividades como las informáticas, lo que supone la recolocación de 40 trabajadores en otras empresas con las que se quiere establecer alianzas estratégicas.
Por mucho que los responsables de la compañía afirmen que los 40 puestos de trabajo van a continuar, todos sabemos cómo terminan este tipo de procesos, a los que parece que se quieren añadir otros servicios. Forma parte del manual de este tipo de inversores que entran en las empresas para sanearlas y luego venderlas al primero que presente una mejor oferta sin tener en cuenta la vinculación o no que la compañía pueda tener con un territorio, como es el caso de Euskaltel en Euskadi.
De momento, en Ibermática, donde otro fondo de inversiones como ProA Capital se ha hecho con el control del 55% de las acciones, tras la desinversión de un paquete del 32,97% de las acciones de Kutxabank, que ha pasado de tener un 47,97% a un 15%, y la salida del accionariado del Banco Sabadell, Caixabank y Caja 3, que se han desprendido del 10,99% de los títulos que detentaban, no se han producido movimientos de ningún tipo, a la espera de que se asiente la nueva propiedad, con lo que el panorama en el interior de la compañía es de expectación.
Se trata de una situación no especialmente recomendable en este momento en un sector como el de las tecnologías de la información, muy competitivo y que requiere dimensión para poder afrontar nuevos mercados.