Somos muchas las personas de Donostialdea que trabajamos y estudiamos en la zona de Goierri o viceversa. El único medio de transporte público que tenemos es el tren y es un auténtico desastre. En 2017, con el comienzo de las obras de Gaintxurizketa que iban a terminar en 2019, se suprimieron casi 40 trenes al día en la línea Irun-Brinkola. Pues bien, estamos en 2022, la obra sigue parada, los trenes no se han repuesto y el servicio cada vez es peor. Desde entonces son continuos los retrasos, se suprimen trenes cuando ya estás en la estación por falta de maquinistas, lo que hace que se acumulen los viajeros, y actualmente no se cumple ninguna medida de seguridad sanitaria. Otras veces son problemas de infraestructura, de obras, retrasos en los Alvias, derrumbes, etc. Pero desde septiembre pasado el servicio es todavía peor y la falta de información es absoluta, pues el personal de Renfe ha desaparecido prácticamente. Son muy habituales retrasos de casi 20 minutos, se siguen suprimiendo trenes sin previo aviso y parece que va a ser así por mucho tiempo. Luego nos dirán que no usemos el coche particular y usemos el transporte público, pero con Renfe es imposible. ¡Ya es hora de que las instituciones competentes toman cartas en el asunto!