Me operaron de prótesis de rodilla el 5 de julio, y he dejado pasar un tiempo para hacer un balance global desde la obligada PCR preoperatoria hasta el proceso postoperatorio.Cuando me citan para la PCR 48 horas antes, le hago saber que rechazo (no las otras dos) la del hisopado nasal (omito aquí las razones), a no ser que muestren el protocolo de la Consejería de Sanidad que es obligatoria la nasal. La larga y disputada conversación terminó como al principio, anunciándole que el lunes pasaré por el hospital sin la PCR, no para operarme, sí para cursar una reclamación y a continuación poner una denuncia en el juzgado. Me llama a la hora para decirme que pase a las cinco para hacer la PCR en la lengua.Agradezco a todo el personal que me atendió en el Hospital Gipuzkoa, porque el trato fue inmejorable y la calidad asistencial hasta en el menú excelente, con la salvedad de que el pescado no estaba suficientemente “identificado”. Posteriormente he pasado dos revisiones con el traumatólogo, y para la tercera deja un tiempo de cuatro meses (10 de enero). En la segunda me dice que si persiste el dolor, llame para pasar por la consulta; lo hice y me anuncian que me llamará por teléfono el 8 de noviembre.No me consta ninguna llamada en ese día, y al Hospital Gipuzkoa, desde ese día, le constan decenas de llamadas mías, siempre con la misma respuesta: “No podemos atenderle, llame en otro momento”. Ni presencial ni por teléfono. Con este escrito no quiero resolver mi caso, que será el de cientos. Quiero que en este mismo medio den la razón y/o justificación de esa falta de atención.