Últimamente estamos recibiendo bastantes noticias sobre este teatro. Las más reseñables, que el Ayuntamiento quiere convertir el teatro en hotel y que Áncora se opone a ello. A decir verdad, la idea del hotel no me entusiasma. Hay demasiados hoteles en una ciudad tan pequeña como esta. Prefiero una biblioteca de guardia abierta de noche hasta el amanecer y las 24 horas en festivos. Pero menos me gusta la decisión de Áncora. En una carta del mes anterior mucho criticar al Ayuntamiento pero no proponen ninguna alternativa.Según Áncora, fue la primera sala de cine en abrir en España. ¡Bueno! Si es española o no algo tendremos que decir los y las donostiarras pero apartando disquisiciones nacionalistas, en una historia más reciente tuvieron que poner redes metálicas de seguridad porque una vez algo del edificio se cayó al suelo y afortunadamente no hubo daños personales porque cuando sucedió aquello nadie pasó por allí. Dice Áncora que en la construcción del hotel tan solo se conservará el 20% de la construcción original. ¡Bueno! En la práctica no proponer nada a cambio significa llevarlo a estado de ruina y, por lo tanto, por seguridad tener que derribar todo el edificio, manteniendo el 0% de la construcción original. No me entusiasma la idea del hotel, pero me parece el mal menor. Coincido con lo dicho por el juez de los 4 millones de euros y de un vecino del lugar. Cualquier cosa mejor que permitir que siga estando en el estado en que está.