l año 2018, los pensionistas protagonizamos masivas movilizaciones, cuyo punto álgido fue la manifestación del 17 de marzo. La bandera de enganche que unió a los pensionistas fue la carta de la ministra Fátima Báñez anunciándonos que las pensiones subían el 0,25,% mejorando su poder adquisitivo. Hoy, por distintas causas, el movimiento de pensionistas está dividido, circunstancia que, unida a los efectos de la pandemia, ha reducido considerablemente el nivel de apoyo a las movilizaciones. El movimiento de pensionistas es muy plural. Por eso necesario encontrar espacios de unidad, siendo consciente de sus complicaciones. El camino de la división se recorre más fácilmente. La unidad es un camino con dificultades que requiere de diálogo, esfuerzo, renuncia y síntesis. Pero, como ha quedado demostrado, es la mejor garantía de éxito y, además, es el capital que mayor rentabilidad ofrece al movimiento de pensionistas. Porque el éxito de las movilizaciones no está en si se convocan más o menos manifestaciones, sino en que fortalezcan al movimiento de pensionistas y, por ende, los derechos conquistados en tantos años de lucha. Y en la actualidad, un punto de encuentro con carisma suficiente para garantizar el éxito de las movilizaciones pospandemia, es el de exigir que el Gobierno cumpla su programa en materia de pensiones y que las pensiones mínimas se equiparen al SMI.Eduardo García Elosua Miembro del colectivo de pensionistas Bat-Etorri