Pocas veces habrá sido tan justo y merecido un reconocimiento como el concedido a Karlos Arguiñano por el Ministerio de Cultura y Deporte, en forma de Premio Nacional de Televisión 2021. Treinta años jalonan el devenir de este cocinero restaurador, además de cuentachistes, cantante de boleros, actor y cualquier ocurrencia que venga a cuento, pero ante y sobre todo una buena persona, que ha marcado una época en lo que a la cocina televisada se refiere, y cuyo leitmotiv ha sido siempre la elaboración de platos sencillos ajustados a todas las economías, con ese gracejo que solo él puede aportar Y siendo importante lo referido, qué decir de su implicación para que un deporte tan nuestro como la pelota pudiera adaptarse a los tiempos modernos. Qué falta hace falta en este mundo, egoísta y pendenciero por naturaleza, gente como tú. Por muchos años, Karlos. Un abrazo.