No hace falta nada más. ¡Basta! Esa es la única palabra necesaria, déjense de monsergas, de bufonadas y tomen en serio la situación de la pandemia. Basta de decir medias verdades, de escabullirse de los micrófonos de la prensa. Basta de sorber la sopa boba, basta de dar codazos para situarse en la primera fila. Basta de todo lo anterior y de todas las cosas que nos están sucediendo día tras día y mes tras mes. Llevamos un año y vamos a por el segundo para seguir luchando con el coronavirus. Estamos en ciernes de la vacunación y se nos marea con nombres científicos, consejos y normas para dicho proceso de vacunación. Basta de la lucha de los titiriteros de la política, que cada día nos dan un espectáculo de salto mortal con caída en la lona del espectáculo mayoritario. Basta de jugar con ser los primeros, segundos o últimos. Lo prioritario es vacunar a todas y todos. Acabamos de conmemorar el 90 aniversario de la república, y también tenemos que decir basta de habernos comido el tarro con lo mala que fue la II República española, cuando se consiguieron una serie de avances sociales que la dictadura de Franco consiguió relegar a la papelera.