Están cercanas ya las fechas, en las que celebraremos o recordaremos el porqué del 8 de marzo, con todo lo que nos recuerda esa fecha (huelgas, incendios y una larga lucha en derechos sociales) en que nuestras antepasadas pelearon para tener una vida más digna, para ellas y los suyos. A lo largo de todo este tiempo transcurrido, esa u otra fecha ha sido marcada siempre en nuestro calendario, para homenajear el coraje y determinación de aquellas valientes, sin olvidar que el día a día tiene o debe ser motivo o incentivo para recordar igualmente. Este año esta fecha está marcada por alguna singularidad que creo ya conocemos y sin pretender herir ninguna sensibilidad, creo que cada cual deberíamos celebrarla o recordarla así como mejor la sintamos. Tenemos afortunadamente herramientas a nuestro alcance que nos permiten manifestarnos de mil maneras distintas, que seguro sabremos aprovechar de la mejor de las maneras, siempre estando en nuestro sitio y en nuestro espacio y, por supuesto, haciendo buenas las ideas y propuestas de las y los demás. No deberíamos, asimismo, caer en aquellas provocaciones que intentan poner el matiz político, que para nada debería ser, en algo que costó tantos esfuerzos y luchas. Llegado pues ese día, estaremos ahí, como mejor lo sintamos.