Hace ahora once años que un numeroso grupo de saharauis plantó las haimas en mitad del desierto descontentos por la mala administración marroquí, fue un campamento de protesta social, conocido con el nombre de Gdeim Izik. Unos días más tarde la policía marroquí se encargó de deshacerlo con la violenta muerte del joven saharaui de 14 años Elghari Nayam. Tras este hecho algunas personas fueron arrestadas y condenadas a durísimas penas. Entre los arrestados estaba Mohamed Lamin, el cual comenzó el 13 de enero una huelga de hambre en protesta por las siguientes condiciones carcelarias: 23 horas aislado, todas las comidas frías y distanciado a 1.300 kilómetros de casa. Creo que está claro por qué Mohamed prefiere salir muerto a seguir así. Este exterminio marroquí en el Estado español no nos pilla de sorpresa, pues ahí tenemos la muerte de Kepa Crespo o J.M. Sevillano que en otro tiempo reivindicaban mejoras carcelarias.Acabo únicamente diciendo que viendo la actitud de los gobiernos en estos asuntos todo lo que la gente de a pie podamos hacer por salvar la vida de Mohamed Lavin será bienvenido.