Hace un año, y con caras sonrientes en la foto de rigor, Rafaela Romero, diputada de Movilidad de la Diputación de Gipuzkoa, y Maria Ubarretxena, alcaldesa de Arrasate, nos anunciaban, con plazo y coste, un bidegorri nuevo para la zona de Kataide.Todavía estamos en 2020 y aún queda plazo, pero no hay atisbo de que dicha mejora se vaya a realizar. Reconozco que está siendo un año muy difícil y que el COVID-19 está trastocando muchos planes. A pesar de ello, y con gran sorpresa en algunos casos, también hemos visto que ha habido y hay planes urbanísticos que se han seguido ejecutando sin el menor pudor.Sigo creyendo que, a nivel de movilidad, Arrasate es el municipio de la comarca que peor se encuentra y que, las pocas cosas que se hacen, son a cuentagotas.Creo que se debería ejecutar ya un plan de movilidad global, con muchas áreas que son complicadas como provisionales y, a futuro, con tiempo y cuando se pueda, ir dando soluciones definitivas.Si algo nos está enseñando esta pandemia es que no nos va quedar más remedio que cambiar nuestros actuales estándares de vida en muchos aspectos, la movilidad entre ellos. Tenemos que meter en nuestras agendas como algo fundamental la inversión en movilidad sostenible, priorizando al peatón, al ciclista y al transporte urbano colectivo sobre el uso del coche particular. A las distintas instituciones involucradas, no nos queda otra que generar vías seguras y cómodas y concienciar a la población de los beneficios que este tipo de movilidad genera para todos.Paso a paso, a ver si en breve contamos con un bidegorri digno en Kataide...Fernando OkinaConcejal de EH Bildu en Arrasate