Se han caído las fronteras, el confinamiento ha finalizado; las ciudadanas y ciudadanos pueden circular de manera libre y por todo el marco europeo, el espacio Schengen. No nos dejemos llevar por la ilusión y felicidad ante el nuevo verano que se cierne sobre nosotros. Aún no hemos finalizado con el contagio por el coronavirus y ya estamos incendiados y dispuestos a preparar nuestras vacaciones. Vacaciones, ya las ha habido durante el confinamiento y con la pandemia sobre nuestras cabezas, pero han sido una vacaciones extrañas y con poca diversión. Ahora que nos encontramos ante las verdaderas vacaciones tenemos dudas de si podremos solazarnos libremente. Los medios de comunicación nos ponen de relieve imágenes, un día si y otro también las posturas de muchas personas ante las normas y la precaución que hay que tener al coronavirus, vemos imágenes que nos causan temor y terror, lugares invadidos de personas, plazas llenas de bullicio y sobre todo una gran mayoría sin mascarilla. Ojalá, esos anuncios de científicos, investigadores, médicos y personal sanitario sirvan de toque de atención para la población y podamos de verdad esperar felizmente la llegada de la vacuna.