En algunos países se ha valorado que la desescalada se realice impidiendo la libre circulación de personas de edad avanzada cuando llegue el momento. Basarse en el criterio de la edad para fijar medidas discriminatorias supone atentar contra los derechos humanos. Sería una decisión coercitiva y arbitraria. Confiemos en que las autoridades políticas y sanitarias que nos gobiernan se basen en el sentido común y se olviden de discriminaciones por edad.Se puede recomendar, nunca prohibir, menos reprimir por razones de edad. El sentido de la responsabilidad es la base de nuestro comportamiento. Nos preocupa nuestra salud. También la de quienes nos rodean y atienden nuestras necesidades sanitarias y cotidianas. Las personas de mayor edad necesitamos practicar ejerciciofísico. Nuestro organismo lo reclama para poder mantener el tono muscular e incluso el equilibrio. Gente mayor practica de forma asidua actividades deportivas de resistencia, muchas veces recomendadas por motivos de salud. Las personas de mayor edad necesitamos practicar ejercicio físico. Nuestro organismo lo reclama para poder mantener el tono muscular e incluso el equilibrio. En definitiva, reclamamos que cuando se suprima o alivie el aislamiento no haya restricciones en función de la edad. Exigimos que se nos trate como personas físicas con plenos derechos y deberes. Sería conveniente que, cuanto antes, se nos permita salir guardando todas las medidas de seguridad oportunas. Confiamos en que no será necesario promover una “rebelión de las canas”.Sentimos una gran inquietud por los efectos de la crisis sanitaria en la economía y como está repercutiendo en empresas, trabajadores, autónomos, pymes…, y en el empleo. Que se verán agravadas en los próximos meses. Se va a necesitar una gran dosis de responsabilidad y solidaridad para afrontar el futuro. Pero nunca aceptaremos recetas económicas como las de la crisis estafa de 2008, en la cual los paganos fuimos la mayoría social, mientras unas élites privilegiadas multiplicaban sus fortunas.La salida a esta nueva crisis deberá darse poniendo en el centro los problemas y derechos de la gente. Se deberán liberar inmensos recursos financieros para que las empresas, autónomos, pymes… vuelvan a producir, sin recortes de derechos y permitiendo que todas las personas puedan tener una vida digna, las personas pensionistas también. Y que dicha financiación no suponga una deuda inasumible ni nuevos recortes y pérdida de derechos.Por supuesto, seguiremos luchando por unas pensiones públicas dignas. Trabajando por una sociedad más justa y solidaria, donde cada persona tenga asegurada sus necesidades básicas, y por un mundo más habitable y sostenible.