Con este nuevo comentario inoportuno, el rey, y los partidos del 155 (PSOE incluido, a pesar del actual discurso), se expresa una desafección con el sentir popular, que en Catalunya sigue movilizado, como lo demuestran las múltiples concentraciones: Meridiana, Marina, Girona y todas las que se realizan en gran cantidad de localidades, solidarias todas ellas.

Ayer vimos como el TS ha vuelto a seguir en sus trece, intentando mantener su "pica en Flandes", al coste que sea; asimismo, podemos constatar, nuevamente, que el poder estatal desatiende las demandas sociales y, subliminalmente, nos lanzan mensajes como los observados en la foto oficial del despacho real, en la firma del nombramiento del presidente, ante Batet.

Pero, a pesar de todo ese poder estatal, la población no olvidamos a nuestros políticos en prisión o en el exilio, ni tampoco a los menos mediáticos, como Germinal Tomás y Jordi Ros, ni a las víctimas racistas de Sagrera; y este es nuestro dolor, no el citado por el rey. Y, no entendemos ni entenderemos, que ante esta situación, ERC intente blanquear el sistema, con hipotéticos beneficios futuros.