Vida ‘online’ vs. vida ‘offline’ ¿Necesita reciclarse el propio sistema ‘PaP’?
Nos despertamos y empezamos el día mirando la pantalla del móvil para consultar qué hora es o para detener el despertador? y el siguiente paso es mirar cómo empiezan el día los demás. ¿Qué se ha publicado en las redes sociales desde ayer?
Mi vida real (más conocida como offline) puede ser un auténtico aburrimiento? pero mi vida online intentará demostrar lo contrario. Vivimos para aparentar que vivimos, para que nuestros perfiles en las redes sociales tengan muchos seguidores, aunque nuestra vida esté vacía de amigos. Queremos muchos likes o me gusta para que vean cómo agradamos a la gente y así provocar más likes y más seguidores.
Nadie quiere tener un perfil deprimente o realista, donde se muestren los problemas del día a día de una persona corriente. Solo colgamos lo que nos parece guay, cool, que es lo que genera una opinión favorable de mí. Mis problemas e inquietudes de la vida offline no son interesantes para nadie. Mis valores ya no están en mí, sino en lo que quiero que piensen de mí.
No tenemos tiempo de atender nuestra vida offline porque estamos pensando cómo mostrarnos en la vida online. Nos estresamos pensando qué fotos quedan bien, qué filtros debo aplicar, qué texto añadir a la imagen? Nos cansamos de manipular nuestra propia vida y después no tenemos tiempo para vivirla.
¡Debemos equilibrar el tiempo que dedicamos a la vida tanto offline como online!
El puerta a puerta es un sistema de recogida de basuras basado en que un altísimo porcentaje de los residuos que generamos es reciclable.
Para ello precisa de la participación de la ciudadanía para que seleccione y clasifique los materiales. A continuación establece un calendario de frecuencia para depositar los residuos en un pincho colocado en la calle y recoger las basuras para que no permanezcan en la calle mucho tiempo.
También prevé, para aquellos ciudadanos que no pueden adaptarse a los horarios de recogida, la colocación de unos puntos de emergencia o recintos cerrados a los que se puede acceder mediante una tarjeta identificativa para depositar los residuos a cualquier hora del día los 365 días del año. Hasta aquí todo correcto.
En nuestro edificio no se nos ha adjudicado pincho. Depositamos las basuras en el suelo dentro del portal, a donde acceden fácilmente algunos animalitos de rabo largo que encuentran fácilmente una comida extra.
En el pueblo en general nunca hemos visto tantos animalitos de rabo largo corriendo junto al polideportivo o por delante del Ayuntamiento o trepando por las bolsas que cuelgan de los pinchos como ahora, en ocasiones (las menos), a plena luz del día. Han colonizado alguna casa y hacen carreras por las noches por encima del cielo raso o recintos de garajes.
Suponemos que algo tendrá que decir nuestro departamento de Sanidad al respecto porque nosotros consideramos que el sistema es molesto, poco saludable y puede resultar nocivo para la salud humana dado que el depósito y acumulación de basuras en el portal se aparta de una actuación natural/normal/lógica y la suciedad consecuente puede ser un vehículo de propagación de enfermedades,
Pero sigamos. Una vez reciclados los residuos, de los restos orgánicos se obtiene el compost, extraordinario nutriente para las plantas. De su venta se obtienen importantes ingresos que rentabilizan el sistema de recogida selectiva, pero ? desgraciadamente su mercado en Gipuzkoa es mínimo y los ingresos escasean, los números presentados no cuadran y nos sobra compost. ¿Qué hacemos con él ahora?
Así pues, preguntamos: ¿Necesita reciclarse el propio sistema actual de recogida de residuos que llamamos PaP?