El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska ha expresado su intención de acercar a los nueve líderes independentistas catalanes, que están en Soto del Real, Estremera y Alcalá-Meco, a las cárceles catalanas. Pero seguidamente tiró la piedra al estanque de Pablo Llarena, asegurando que “esa decisión depende del juez”. Llarena le ha devuelto la piedra, respondiendo categóricamente que él carece de prerrogativa para fijar los centros penitenciarios donde deben permanecer confinados los presos preventivos , por ser competencia única y exclusiva de Instituciones Penitenciarias. El magistrado instructor explica que el artículo 79 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) dispone que “corresponde a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior la dirección, organización e inspección de las instituciones que se regulan en la presente Ley, salvo en el caso de Catalunya por haber asumido en el Estatuto las competencias de la legislación y transferencias penitenciarias ”. Añade que el artículo 31 del Reglamento Penitenciario, en su apartado 1, ratifica el precepto anterior señalando que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias “tiene competencia exclusiva, con carácter ordinario o extraordinario, la clasificación y destino de los reclusos en los distintos establecimientos penitenciarios, sin perjuicio de las atribuciones de los Jueces de Vigilancia en materia de clasificación por vía de recurso”. Dicho en lenguaje paladino, una vez concluida la instrucción y dictado el auto de procesamiento el pasado 23 de marzo contra los nueve dirigentes catalanes, el Gobierno de Sánchez dispone en la actualidad de margen y competencias suficientes para trasladarlos a las prisiones catalanas. Por lo tanto, nada impide que Instituciones Penitenciarias inicie hoy mismo el traslado en cumplimiento de la instrucción 11/2011 de ese organismo que establece como norma general el “criterio de proximidad al domicilio del interno”. Así las cosas, ahora toca mover a Sánchez. Lógicamente, también habrá que hablar de Euskadi.